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Habían pasado tres días y Nile aún estaba adolorido por los golpes que Levi le propinó.

Y lo peor de todo, es que Celine lo zamarreaba por todos lados.

Se lanzaba sobre él y lo abrazaba con fuerza.

También le pegaba un par de veces.

"Así demuestro mi amor", es lo que solía decir ella con una linda y tierna sonrisa decorando su inocente rostro.

Sabía que se lo merecía, por dejarse llevar con ese rubio idiota hermano de Eren.

"Soy un Alfa, me gustan los omegas y betas", pensaba cuando recordaba lo que sucedió.

En su habitación limpiaba sus armas y las cargaba, por cualquier cosa.

Al estar en esa casa, no podía darse el lujo de estar desprotejido, mucho menos si hay niños.

Su trabajo es ser un asesino a sueldo, aunque estuviese "muerto", por el trato que hizo con Levi hace un tiempo.

Pero ahora prefería haber muerto en ese momento, a tener que sentir la mirada asesina de Levi y los golpes que este le daba bajo la mesa.

Fuertes patadas.

Tampoco estaba protegido cuando Celine y Johann se dormían.

Pero al menos tenía a Eren.

El dulce Omega de Levi.

-Je...-Sonrió levemente al estar mirando las caderas del castaño.

-¿Que estás mirando... Puta mierda...?-susurro Levi.

-N-nada...-desvio la mirada de Eren.

-¡Haaa!-Eren hacia estiramiento, mientras recreaba posiciones del Yoga-¡huhu!-Sonaron un par de huesos.

-Ni se te ocurra mirar a mi Omega...-Decia molesto el azabache.

-No lo estoy mirando...-Dijo cruzando sus brazos.

Pero su vista se volvió a desviar, cuando Eren alzaba el trasero.

Esa vez Levi no lo golpeó, ya que también se quedó mirando a su Omega como un idiota.

EL DOBLE VIDA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora