CAPITULO 8

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Me baje del taxi ya que aún que Jade se había ofrecido a llevarme a casa sabía que Andre la necesitaba más así que preferí irme por mi cierta, fue una sorpresa que al abrir la puerta de mi casa todos estuvieran en el comedor esperándome.  Mi padre como siempre en uno de los extremos de la mesa el sonrió al verme mientras que mi madre tenía una cara de pocos amigos mi hermana pequeña estaba sentada a su lado y soltó un pequeño grito al verme

- Te estábamos esperando Sydney para cenar – dijo mi padre  no había reproche en su cara más bien se veía feliz

- Son las nueve, pensé que cenábamos a las siete- contesté algo atontada no me esperaba esto, había estado acostumbrada este último mes a estar sola en mi habitación

- Lo sé pero no podíamos tener una cena familiar sin ti – sonreí casi por instinto me apresuré a sentarme en la mesa – mañana trata de llegar temprano por favor Syd no creo poder soportar todos los días hasta las nueve – rio había bromeado conmigo

- Lo haré – estaba feliz tal vez las cosas volverían a ser como antes incluso mejor

- La cena se a enfriado – esta vez fue mi madre la que habló levantándose abruptamente haciendo un horrible ruido con la silla-

- Y bien como estuvo la escuela hoy? –

- Bien de hecho estuvo bastante bien – Respondí mientras Sophia hacía de todo para llamar mi atención le respondi con una mueca haciéndola reír – y el trabajo?- creo que nunca había tenido la confianza de preguntarle a mi padre eso incluso él parecía bastante sorprendido también

- Vaya, un poco cansado tanto papeleo agotan a cualquiera – mi madre llego con platos para mi padre y mi hermana interrumpiéndolo - Anne..- dijo mi padre en tono de súplica

- Calienta tu propia cena si ya eres lo suficientemente mayor para tomar tus desiciones – me quede mirándola solamente, mentira si dijera que ese acto no me dolió. Había pensado que las cosas serían como antes cuando en realidad mi padre la había forzado a convivir conmigo ese era él porque de su actitud- no dirás nada

- Puedes parar Anne...- me levante tranquilamente

- Es increíble como puedes ser tan cordial y educada con personas que no conoces pero con tu propia hija no – fue a la cocina a la cocina dispuesta a calentar mi cena pero mi padre me detuvo

- Sydney vámonos – tenia a mi hermana en brazos que parecía completamente desentendida de la situación – iremos a cenar a un restaurante –

- Papá no tenemos que...- no quería que esto se hiciera más grande de lo que era

- Víctor para que...-

- Un mes Anne...un mes tenemos sin ver a nuestra hija, entra a nuestra casa como una extraña y se encierra en su habitación no sabemos a donde va ni con quien habla y todo eso es por tu culpa – tomo las llaves de su auto del comedor y siguió – no es Justo que nuestra hija tenga que sentirse como una extraña en esta casa, que mas da quien le gusta o no mi trabajo como padre es hacerla feliz y si ella es feliz de esa manera yo la apoyaré así que discúlpame pero iremos a cenar a un restaurante- camino mientras yo iba detrás de él

Mi padre se veía tan decidió, colocó a mi hermana en la parte de atrás mientras yo me acomodaba en el asiento del pasajero y conducimos en silencio yo trataba de no llorar, la indiferencia de mi madre me afectaba pero la verdadera razón era mi padre, la manera en que él me defendió y como me aceptaba me hacía sentir feliz. Tenía a Jade y a Andre que me apoyaban pero tener a mi padre de mi lado y de verdad sentir que yo no hacía nada malo que las cosas que pasaban en mi casa no eran mi culpa me hacía sentir libre – no llores Sídney, es cuestión de tiempo para que tú madre entre en razón – asentí aún que sabía que no era cierto, mi madre jamás cambiaba de opinión por qué a sus ojos ella jamás cometía algún error. Siempre fue perfecta.

No es otra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora