Just let me love you ⇴ [NamJin]

¡O 2! | Nuevo Kim en la familia

NamJoon manejaba en completo silencio, mirando al frente en todo momento con el entrecejo fruncido. Dios, estaba cometiendo una locura ¿Por qué era tan débil de corazón para no dejar a ayudar a los demás? ¡Debía pensar en el bienestar de su hijo! ¡En su propia seguridad!; Y en cambio termino adoptando a un completo desconocido, mudo, de veintiún años que no dejaba de mirar todo con asombro, e incluso se había asustado cuando había desactivado la alarma del auto. En parte da ternura, lo admite.

Suspiro frustrado y trato de concentrarse en otra cosa, TaeHyung estaba sentado en el asiento del copiloto con el cinturón de seguridad, hecho un ovillo mientras presionaba su manito sobre su nariz arrugada, aquello hizo sonreír al padre.

—Papi —Hablo distorsionado por la posición de su cuerpo— Hyung apesta...

—Lo sé —Se rió mirando por el espejo retrovisor al pelinegro, quien estaba sentado erguido en la misma posición en que NamJoon le había indicado que estuviera quieto y sin hacer nada raro. El castaño debía darle puntos por obediencia— ¿Qué deberíamos hacer?

—Bañarlo —Susurro— Bañarlo mucho, mucho.

—¿Eso crees?

—Ajám ¿Qué opina SeokJin hyung? —Cuestiono el chico moviendo para mirar al pelinegro desde el asiento trasero— ¿Dejara que papá le dé un baño? ¡Papá da los mejores baños!

El pelinegro permaneció mirándolo fijamente sin decir nada, aquello atrajo la atención de NamJoon.

—¡Tomaré su silencio como un sí! —El pequeño castañito giró a mirar a su papá— ¡Al llegar le daremos un baño, ¿Sí papi?!

—SeokJin es mayor —Explicó el conductor enternecido por la actitud de su hijo— SeokJin ya sabe como bañarse, TaeTae; además, al llegar tu irás directo a la cama, no deberías estar tan activo a esta hora.

NamJoon vio como su hijo afirmo lentamente con la cabeza para luego cruzarse de brazos y mirar hacia la ventana. Ésa es la manera en que TaeHyung aceptabas los regaños, pocas situaciones terminaban en un berrinche, pero NamJoon debía ser fuerte. Eran las cinco de la mañana y TaeHyung tenía cinco años, ¡Esa no era hora para que un niño estuviera aún despierto!, se regañó por haber dejado de MinHyuk le diera dulces a TaeHyung como premio por ser un chico inteligente y el siguiente Einstein.

El mayor dejo salir todo el aire de su pecho para volver a mirar al chico en el asiento trasero, encontrándose con su intensa mirada, enserio que esos azulados ojos —muy raros en un coreano— parecían irrumpir en su alma y estudiarlo por completo. Incluso podía ser más intimidante que YoonGi, si se lo proponía.

Nadie habló hasta llegar a la casa, fue entonces en que NamJoon estaciono el auto y desactivo el seguro de las puertas. SeokJin lo siguió con la mirada en todo momento mientras apagaba el auto y, luego de salir por la puerta a su izquierda, le daba la vuelta al vehículo, para abrir ambas puertas a la vez.

—Las puertas tienen seguro para niños, excepto la mía —Le explicó al pelinegro mientras este bajaba dudoso— Sólo se abren desde afuera.

Cuando el pelinegro bajó del auto TaeHyung extendió su manita— Vamos, hyung.

—Tae...

El menor ladeo a mirar a su padre— SeokJin hyung ahora es parte de la familia ¿No? Está bien que tome su mano —Regreso su dulce mirada al pelinegro— Ahora somos su familia, hyung.

El mayor no pudo decir algo, no simplemente las palabras de su hijo, directas y hermosas. Sino porque el chico había sonreído, y su corazón nunca había visto algo más hermoso. El pelinegro tomo suavemente la mano del pequeño Kim, quien con su cuadrada sonrisa había jalado para guiarlo a la puerta de la casa, gritándole a su papá que se apurara, que estaba ansioso por mostrarle al nuevo integrante en dónde estaba su habitación; el menor estaba hablando rápidamente, aquello para SeokJin era algo complicado de entender, sin embargo escuchaba atentamente como el chico hablaba.