¡O5! | Cachorro obediente de ojos brillantes

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Según dictaba la rutina, TaeHyung debía estar despierto a las siete y media de la mañana del lunes, por lo que NamJoon despertó a las siete; se dio un baño, se cepillo sus dientes, y se colocó el pantalón negro, se calzó sus mocasines marrones y una camisa de vestir blanca. Le tomó no más de diez minutos hacer que su pequeño hijo estuviera despierto, frotando su ojos con el dorso de su mano y caminando somnoliento con el cabello revuelto, al baño para cepillarse sus pequeños dientesitos de leche. Le vio arrastras su pequeña escalerita hasta el lavamanos , subirse con cuidado a ella y tomar su cepillito con forma de dinosaurio; untó la pasta dental y luego de mojarlo con el agua de la llave, se llevó el cepillo a su boca, comenzando a cepillarse tal y como su papá le había enseñado hace unos meses.

En la mente de TaeHyung, sus movimientos de arriba abajo tenían una pegadiza melodía, aquello le ayudaba a hacerlo solo: chiqui, chiqui, chi, arriba y abajo como un tiburón.

Luego de asegurarse de que su pequeño estuviera bien quedando solo, el adulto bajó los escalones a la planta baja, caminando a la cocina. Prepararía un desayuno simple y nutritivo, algo que llenara la pancita de TaeHyung hasta la hora de la merienda..., y quizás él comería un poco también.

Tomó las rebanadas cuadradas de pan y las colocó en el tostador luego de untar un poco de mantequilla en ellas; seguidamente colocó una sartén y encendió la estufa. Colocó la cafetera a funcionar y encendió la radio. Fue entonces, que cuando colocó dos platos sobre la isla, recordó una tercera presencia en su casa, y una sonrisa ladina se le escapo.

No le sorprendió que, al girarse, estuviera SeokJin mirándole con su expresión tranquila y taciturna, teniendo el cabello desordenado y la pijama puesta. NamJoon hizo un gestó con su dedo llamándole y señalándole uno de los banquillos de la isla de la cocina, bajando la taza de café de sus labios.

—Buenos días, SeokJin.

El chico lo ignoró hasta estar sentado. Le miró fijamente un momento y luego asintió con su cabeza. NamJoon entendió eso como un buenos días, así que, sin demorar mucho más, sirvió los emparedados con jalea, los huevos revueltos. Miró un momento a SeokJin, y se preguntó en silencio si ese chico bebía café, ¿Alguna vez lo habría probado siquiera?

Los pasos apresurados de TaeHyung se escuchar bajando la escalera. NamJoon inmediatamente tocó un paño y comenzó a limpiar sus manos, comenzando a caminar hasta la puerta de la cocina, vigilando que su pequeño no llegará a lastimarse. Seokjin ante esto, sólo ladeo su cabeza estirando su cuello.

—¡TaeHyung-ah, no corras! —Escuchó decir a NamJoon.

'Él está bien, tranquilízate, deja de morderte los labios' SeokJin detuvo el movimiento ansioso, mirando ahora aquellos redondos ojos castaños que le miraban, junto a la linda y amplia sonrisa que le regalaba TaeHyung.

—¡Hyung, buenos días! —Anunció con alegría el menor, corriendo para abrazarle una de sus piernas, acelerando el corazón del serafín.

SeokJin sólo optó por mirarlo fijamente.

—Vamos, déjalo, vamos a llegar tarde si no desayunas —NamJoon tomó de la cintura a su hijo, alzándole con cuidado y dejándole en una de las sillas del comedor, en donde el pequeño soltó una risita, balanceando sus pies— ¿Quieres jugo de naranja o yogurt?

El pequeño emitió un zumbido, frunciendo su entrecejo y cerrando sus ojitos. Un gesto adorable que hizo a SeokJin sentir nuevamente esa abrasadora calidez en su pecho.

—¡Café! —Exclamó finalmente.

—Nada de eso, aún eres muy pequeño —NamJoon sirvió en un vaso entrenador el zumo, para seguidamente tomar el plato del menor y colocar ambas cosas frente suyo— Desayuna y cuando acabes te ayudo a vestir.

Just let me love you ⇴ [NamJin]Where stories live. Discover now