Just let me love you ⇴ [NamJin]

¡O1! | SeokJin.

NamJoon acomodo sus gafas y se vio en el espejo retrovisor del auto, revisó si tenía algún rastro de alimento entre sus dientes, y por último, acomodó su cabello. Te ves bien. Sonrió dejando ver la depresión en su mejilla. Salió del auto con calma, colocó la alarma y caminó en dirección al interior de la escuela, todo el día esperando justo éste momento.

La recepcionista lo miró inmediatamente, y luego de sonreírle, le siguió con la mirada. Sin embargo, NamJoon no le regreso la mirada. Él camino con la vista al frente en todo momento. Llego hasta la puertecilla con adornos navideños y toco tres veces. Rápido, rápido, rápido.

La maestra le dedico una amplia sonrisa al abrirle la puerta.

—Sr. Kim, llega justo a tiempo —El más alto reprimió las ganas de colocarse en puntillas y ver por sobre la profesora. Ella se giro—. Kim TaeHyung, vinieron por ti.

NamJoon sintió su corazón agitarse al escuchar el grito de su hijo, y con una sincera sonrisa, se coloco de cuclillas esperando a que esos pequeños brazos lo envolvieran. En cuestión de segundos escucho como su hijo se despedía de sus compañeros, para luego su cuadrada sonrisita.

—¡¡Papá!! —Exclamó el menor envolviendo sus bracitos por el cuello de su padre— ¡Papá, papá!

—Hola campeón —Le correspondió al abrazo dándole un beso en la frente— ¿Cómo te comportaste? —Miro a la maestra— ¿Cómo se portó?

—Muy bien Sr. Kim —Sonrío enternecida.

—¡Me porté muy bien! ¡muy, muy, muuuy bien! —Insistió sonriendo cada vez más amplio.

—Es un niño muy dulce —NamJoon aparto su mirada de la profesora para ver a su pequeño—. No tiene problemas con sus compañeros, hoy hizo un nuevo amiguito, ¿Verdad TaeHyung-ah?

—¡Sí! —Afirmo repetidas veces apartando sus bracitos del cuello de NamJoon— Un amiguito nuevo, papá.

—Así me gusta, TaeTae —Se coloco de pie—. Hasta el lunes, maestra; tenga un buen fin de semana.

—Igualmente, hasta el lunes Sr. Kim —Miro al castañito— Hasta el Lunes, TaeHyunggie.

—¡Adiós maestra! —Giro a mirar a su papá tomando su mano— ¡Vamos papá, vamos!

El menor comenzó a jalar la mano de su padre, guiándolo en dirección al exterior. El mayor soltó una risa y se dejó llevar, mirando como su pequeño, que no pasaba de la altura de su cadera, jalaba con todas sus fuerzas.

—TaeTae, ¿Quieres que lleve tu mochila? —Interrogó.

El castaño negó con su cabecita—. Nop.

—¿Por qué no? —Tomo la pequeña mano de su hijo— Se ve pesada.

—¡TaeHyung fuerte! —El castaño estiro sus manos al cielo, mirando a su padre con una sonrisa amplia y llena de orgullo.