Speak Now ➳ o.s

chapter one

❝ I sneak in and see your friends
And her snotty little family all dressed in pastel
And she is yelling at a bridesmaid
Somewhere back inside a room.❞

—¿Lisa? —escuché la voz de China, mi mejor amiga, llamarme. La miré por un breve segundo, antes de darme cuenta de que el taxi ya se encontraba fuera de la iglesia. Específicamente, en la entrada trasera de la misma. Había un par de autos lujosos e impecables estacionados ahí, estos brillaban gracias al resplandeciente sol, eran pocos, así que supuse que los demás invitados prefirieron dejarlos en la parte delantera. —¿Estás lista para hacer esto? —China habló de nuevo, su voz era calmada y suave.

Suspiré, pensando que la respuesta era un rotundo no. Pero ya había tomado la decisión de cruzar todo el país para hacer tremenda locura, así que no podía dar marcha atrás justo ahora cuando estaba a solo un par de minutos de hacer algo que me había tomado tanto esfuerzo para poder reunir algo de valor.

Había un miedo que se había instalado en mi estómago desde el momento en el que había subido a ese condenado avión el día de ayer. Era un miedo enorme y fuerte que parecía no querer desaparecer, sin importar la cantidad de veces que me había prometido a mí misma que todo iba a estar bien. Había tratado con todas mis fuerzas en pensar que esta locura iba a terminar bien, pero ahora, que había llegado el momento donde todo tendría ocasión, el miedo se había incrementado y me estaba consumiendo de una manera voraz, mis ojos apenas y eran capaces de contener las lágrimas y eso que ni siquiera había puesto un pie dentro de la iglesia, mis manos sudaban como si fueran una fuente y había un gigantesco nudo en mi estómago y garganta que hacía la simple tarea de respirar bastante difícil. No quería pensar en la manera en la que me rompería en llanto al verlo ahí de pie, a punto de casarse.

Hubo un golpe en la puerta a mi lado derecho que me trajo de vuelta al presente, miré en esa dirección, buscando a China pero me di cuenta de que ella había salido del auto y estaba rodeando este mismo para ayudarme a bajar. Preguntó al chófer del taxi cuánto le debíamos por su servicio y después de que él respondiera, mi amiga sacó un par de billetes del pequeño bolso que colgaba de su hombro izquierdo.

—Lisa, recuerda que tienes que mantener la calma. ¿De acuerdo? —murmuró en voz baja, tomando mi mano y entrelazando sus dedos con los míos mientras me guiaba hasta el otro lado, para entrar a la iglesia. —Todo va a salir bien, ¿vale?. Justin te ama. Debe de haber una razón por la que no le contó a nadie sobre quién era de verdad y que estaba por casarse. No te preocupes por nada.