QUIZÁ EN UNA PRÓXIMA VIDA

Capítulo 6

FALTANDO UNA SEMANA PARA ACABAR LA ACADEMIA, NARRA XIOMARA...

Habíamos acabado el día lunes y ya eran solo 4 días para terminar la academia.

- Promete que no te olvidarás de mí después de esto - hablé casi en un susurro.

Las palabras habían sido por sí solas. Ni siquiera creo que estaba pensando.

Mi respiración se cortó un segundo y pasó algo en mi interior, como un lapsus que hizo que dijera eso. Yo una chica segura de sí misma, inexplicable que me pase esto. Roseh es un chico lindo y extremadamente sexy. Provoca algo en mi que cuando nos acercamos, no me puedo contener y pierdo la concentración, tanto que podría obedecer en cualquier cosa que pidiese.

Bueno, al punto. Estábamos caminando por un parque, cuando se frenó conmigo en sus brazos. Creo que decir eso fue algo inesperado y extraño. Roseh frunció el ceño en combinación a una expresión de confusión, diría que pensaba en que responder. Pero lo que diría, me tomaría por sorpresa...

- Creo que ya es tarde para volver atrás y tratar de olvidar - respondió él.

Me miró y sonrió. ¡Por Dios!, si que es muy sexy.

- ¿Pero cómo lo prometes? - pregunté insistiendo. Su respuesta me derrumbo, pero quería su palabra.

Se había quedado mirándome fijamente, pero parecía que no me prestaba atención; me veía, pero no estaba allí.

Le iba a hacer reaccionar cuando me cogió de la muñeca y tiró de ella llevándome a sentar en el césped. Nos sentamos y no me salía ninguna palabra por todo el misterio del momento. Fue que habló...

- Aquí, de una forma ridícula te mostrare como es que no te olvidaré - dijo.

Se levantó el polo y ahí su abdomen plano y marcado (Hace calor aquí).

- Vaya... - susurré y diría que estaba casi babeando.

Cuando me fije bien. En un costado había una cicatriz.

- Cada vez que sienta o toque esta cicatriz me acordaré de ti - dijo él.

Eso fue un poco extraño, no entendí mucho, pero me lo explicó luego.

- ¿Sabes por qué? - preguntó él. Negué con la cabeza - Porque serás la primera persona a quien dejó que me toque aquí.

Con una de sus manos sujetó una de las mías para acercarla a la cicatriz. Cuando mi mano tocó hizo contacto con su piel, él empezó a temblar y apretaba sus labios con fuerza como evitando dar un grito.

No sé si lo que pasaba era malo, pero mejor se lo pregunto a seguir con esto ignorando el daño que le puede estar haciendo.

- ¿Qué te pasó? - Pregunté en un susurro.

- No lo sé - respondió con dificultad, forzando la voz.

- Pero... ¿Por qué te pones así? - seguí preguntando. Quería saber, quería ayudarle.

- Créeme que quisiera saberlo - respondió. pausó unos segundos - No lo recuerdo y de alguna manera pasa esto cuando intento recordarlo. Como si el precio de recordar fuera un extraño...

- ...Dolor - completé la oración. Él giró a mirarme y me regaló una sonrisa forzada.

- Si, exactamente eso - dijo él. Yo devolví la sonrisa.

Lo que pasaba era un poco menos que una tragedia. Es como si la vida quisiera esconder algo importante de él, algo que a lo mejor podría importar mucho.