Capítulo II

27 5 0
                                    

<<Se puede cambiar lo que se siente, cambiando lo que se piensa.>>
Anónimo.

—¡Hey dulzura!— se echa a reír Isaac junto a la bolita de idiotas de su pandilla —Perdón Adalyn— pausa conteniendo la risa, —¿Cuando vas a aceptar salir con nosotros?—, que tontería y se a lo que se refiere: Invitan a una chica, la emborrachan o drogan y ésta termina teniendo sexo con todos ellos; ¿Cómo lo sé? Hubo una chica llamada Amairani, ella acepto y fue violada según su versión, al filtrarse un vídeo siendo tomada por dos a la vez fue expulsada y se fue a otro país, Qué asco de chicos,¿No?
—Lo haré cuando por fin admitas que eres una escoria en la sociedad—.     
  —¡Maldita calienta braguetas! Te juro que un día, uno de estos días...
—¿Acaso buscas  drogarme  y violarme como a las demás?, ¡Inténtalo y te juro que no la cuentas maldito bastardo!— le respondo mirándolo a los ojos, no le tengo miedo, he aprendido a defenderme de personas como él, veo como intenta infundirme algo de miedo, pero, al ver que no lo logra, masculla algo entre dientes y se aleja siendo secundado por sus "amigos".
Siempre son así y aún no entiendo como la rectora le admite, cierto, su papá es alguien del ejército ¡Maldito poder!

—¿Estás bien ?
—Si Addy, sólo que me sacan de mis casillas. Un día que estén lejos de nosotras es lo único que pido
—Por cierto, te envío esto él
—¿Él? ¿Mi niño lindo?
—Si, él. Ayer lo encontré en el buzón de mi edificio. Toda tuya— dice mientras me entrega un sobre color azul cielo, quedamos que ese sería el indicador de que nosotros estamos escribiendo.
—Tengo que leerla, nos vemos en el salón
—Con cautela amiga
Escondo el sobre en mi suéter azul y bajo al piso inferior, ahí se ubican los sanitarios, donde me encierro en el último cubículo y abro con sumo cuidado para desdoblar la hoja  ver su letra:

Para la niña de mis ojos:

Se que no había podido enviar una carta y discúlpame por no hacerlo, pero las cosas se pusieron feas y decidí no escribirte.
Antes que nada sabes que eres lo mejor que pude haber conocido hace ya varios años, y no me arrepiento de nada, me duele no poder abrazarte como debería o no salir de la mano a tomar un helado.

Por ahora, estoy bien, entré a la Universidad Millenium Manguad, becado por el 100 % y comencé a trabajar, pronto podremos estar juntos y te prometo que tendrás todo lo que te puedo ofrecer, eres mi futura esposa y quiero estar contigo.

Sé por Ali que estás bien, espero muy pronto poder sacarte de esa casa y llevarte a la nuestra; por cierto, he enviado un dije para nuestra pulsera, es un anillo, es el compromiso de que seremos muy felices juntos.

Espero tu respuesta.

Recuerda que te amo

Tuyo, tu Patricio Estrella ❣

Con lágrimas en los ojos, tomé el dije que estaba pegado a la carta, era un lindo anillo en plata con su broche; lo puse en mi pulsera y  justamente sonó el timbre de inicio de clases, por lo que guarde la carta con el sobre para regresar al salón, ahí se la devolví a Addison puesto que ella las guardaba en su casa porque nadie podía saber que yo aún tenía contacto con él, mi familia lo odia por "no tener la misma posición social que nosotros" y desafortunadamente, ellos lo alejaron de mí, pero no dejamos de escribirnos, y de eso ya van 9 meses.

—Buenos días alumnos, abran el libro de economía en la página 156 y...

(...)

—¿Segura que no quieres que te pase a dejar a tu trabajo Ady?
—Tranquila babe, yo puedo llegar sola, ve a tu casa es tarde, hablamos en la noche
—Vale, como tú digas, cuídate mucho

Subo en el automóvil de mis padres con rumbo a mi casa, hoy por extraña razón estaba Raúl, el chófer familiar; reviso mi celular para ver mis redes sociales, entro en mi perfil de Facebook y veo nuestra última foto juntos... Estamos en la playa, Ady ese día fue nuestra fotógrafa por lo cual salimos tomados de la mano viendo la puesta del sol en sinfonía del mar, un sitio turístico de Acapulco.

ImperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora