Capítulo IV

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<<En tres tiempos se divide la vida:
en presente, pasado y futuro.
De éstos, el presente es brevísimo;
el futuro, dudoso; el pasado, cierto.>>
anónimo

Cinco horas después, estamos en la puerta de un edificio ubicado en la ciudad de México, subimos en ascensor al pent-house, estaba entre  somnolienta o hambrienta, creo nani me leyó la mente  porque se dirigió a la cocina.

Comencé a acomodar mis cosas, saqué mi celular, el único medio para hablar con él; decidida comencé a buscar su número telefónico y apenas iba a pulsarlo…

—Antes de que hables con él, quiero decirte algo Alva,— dijo mi nani extendiendo una bandeja con una sopa de tomate, un sándwich de jamón con queso y agua simple.

—Solo iba a decirle que me encontraba bien y que lo veía en casa de Gio

—Hablarás con él, pero le dirás qué recapacitaste, que te quedarás en Acapulco; le convencerás de que todo está bien

—Nani, no puedo decirle eso: ya habíamos quedado en algo

—Escucha, debemos de solucionar algunas cosas para que puedas estar con él, ¿Acaso crees que en Monterrey estarás a salvo de esos que nos siguen?— pausó y mi piel se erizó —por tu bien, y la seguridad de él le dirás lo que te he comentado ¿Está bien? —asentí— Entiendo que quieras verle y todo, pero es solo por un tiempo más, después ustedes podrán estar juntos; pero primero debes saber algunas cosas—

—Nani, he tenido algunos sueños que me confunden

—¿Por qué no comes y descansas un poco? Mañana en la mañana podrás contarme con calma y comenzamos a aclarar algunas cosas? —se levantó de donde estaba, —al fondo está una habitación para ti, que tengas dulces sueños Alva

No sé por que pero me levanté del sofá y caminé hasta la puerta del cuarto, giré la perilla para encontrarme con una linda habitación en color azul cielo, con un baño completo, sin dudar comencé a desvestirme para poder bañarme; me sentía sucia de alguna manera.

Sentir el agua fría correr por mi piel me relajó algo, comencé a frotar mi piel con una esponja con un poco de gel de ducha con olor a miel  y margaritas, mi favorito; cuando al pasar por el hueso de mi cadera del lado derecho sentí algo extraño: tenía una cicatriz algo larga, como si tuviese tiempo atrás ahí, y jamás la había tenido… recordé una parte de mi sueño donde la mujer me clava la espalda ¿Entonces no fue un sueño?
Rápidamente termino de bañarme y salgo envuelta en una bata de baño, me visto con una de mis pijamas que había empacado y me aviento a la cama, necesito dormir y despertar de esta pesadilla…

—Zoe cariño, soy mamá

—¿Mami?— miro a una joven de cabello castaño, que tiene una tiara en su cabeza

—Necesito que seas fuerte, papá y mamá no podrán estar a tu lado a partir de hoy

De pronto, escucho golpes y gritos, voces lejanas, algunas tan cerca que me erizan la piel

—Debes de ser valiente mi niña, estamos muy orgullosos de ti: eres la cosa más hermosa que te tenido junto a tus hermanos, los amo y siempre estaré contigo aquí— toca mi pecho del lado del corazón

Comienza a sollozar y entra mi papá, —Es tarde, están atacándonos— se acerca a mí —¿Qué hace aquí?

—Estaban jugando a las escondidas y encontré a Agnes y Diego juntos así que los envié al punto cero, pero a ella la acabo de encontrar

—Papi, ¿Por qué hay tanto escándalo afuera?, ¿Y mis hermanos?

—Ellos están bien, y tú también estarás con ellos pron…— fue interrumpido por una voz femenina

—¿Pero que vemos aquí?¡Qué lindo!, la familia reunida— dice con asco mientras nos mira
Lastima que será la última
vez que se vean— empieza a reír

—¡Basta Haidee, es sólo una pequeña niña! ¡Tu sangre!— espeta papá molesto

sabes muy bien que ésta—me mira con asco —jamás será una Magno, es una desgracia en nuestra familia, si tan solo hubiese muerto hace dos años no estaríamos pasando por esto

—¡Maldita!— mamá se acerca y la abofetea —¿Cómo pudiste tratar de hacer eso contra ella? ¡Es tu sangre!

—yo no tengo ninguna sobrina maldita, es hora de que mueran ¡Muerte a los traidores!— grita y todo se vuelve negro…

(…)

¡Nooooooo!

Abrí los ojos para ver el techo azul de la habitación, la luz del día se colaba por las cortinas de la ventana.
Me levanté dirigiéndome a la ducha, y salí minutos después para vestirme con un pantalón de mezclilla ajustado y una blusa rosa pálido larga, el olor a hot cakes me indicó que mi nani estaba preparando el desayuno, así que salí con rumbo a la cocina…

—Naniiii, ¿Qué hay de des…— no terminé la pregunta porque frente a la mesa del comedor estaba una señora joven, yo le calculaba unos 30 años, de cabello rubio hasta la cintura y vestida informalmente,

—Que bueno que te has levantado, el desayuno está listo Alva

—¿Me puedes decir quién eres?— la miré fijamente a los ojos, y eran cafés, idénticos a los de…—¿Nani?— dije confundida

—Veo que no te costó mucho reconocerme Sharon— dijo mientras se sentaba

—¿Porqué me llamas así? ¿Qué está pasando?

Estaba completamente confundida, a este paso creo irme al manicomio

—Primero come, lo necesitas y ya después aclaro que quieras saber, es la hora de la verdad— comenzó a comer y se produjo un silencio sepulcral, la tensión se podía cortar con tijeras, pero aún así logré comer algo.

Levantó las cosas de la mesa y me pidió que la siguiera hasta la sala, donde tomo asiento y la imité

—¿Quieres contarme sobre tus sueños?

—Pues…— y comencé a decirle todo lo que recordaba, sin omitir detalles, hasta me sorprendí de recordar tantos datos de éstos…

—Esto será mucho más fácil de lo que esperaba, pero sé que necesitas hablar con César, así que hazlo, porque después no podré asegurar que quieras hacerlo, sólo recuerda lo que te pedí

Asentí y regresé a la habitación donde dormí,  para tomar mi celular de la mesita de noche y marqué el número…

—¿Sharon?— una voz sorprendida se escuchó del otro lado
—Si, soy yo; disculpa que no te haya podido hablar antes
—Estaba muy preocupado por ti mi niña, ¿Dónde estás? Mañana tomo el autobús para Santo Domingo, ya te veré
—Respecto a eso…—hice una pausa, ojalá crea mi mentira —no estoy en Tlaxcala, sigo en Acapulco, pensé mejor las cosas y decidí quedarme un tiempo más, no falta mucho para mis exámenes y no quiero perder el semestre, ya viene la prueba para la universidad de Monterrey, así que no puedo darme el lujo de salirme —solté rápidamente, esto es por tu bien mi amor, no quiero exponerte a nada,
—Ok,ok, ¿Segura que estás bien?
—Si
—¿Cómo te está tratando tu familia? —preguntó
—Lo mismo de siempre, pero ahora soy un cero a la izquierda, Nani es la única que me queda leal
—Está bien, sabes que estoy siempre para ti, te amo y espero verte pronto, ¿Sabes que eres la razón de mi vida? —soltó
—Y tú de la mía, prometo llamarte pronto, te quiero mucho
—Te amo— colgué

Comencé a llorar, aún no entendía la razón de Nani de protegerle, pero creía en ella así que no dude en hacerlo, me sequé las lágrimas y salí de regreso con nani, que me esperaba en el mismo lugar

—¿Estás lista? Una vez que sepas todo, quiero que tengas la mente abierta ¿Entiendes?

—Si, te prometo que pensaré muy bien

—Recuéstate en el sillón y quiero que cierres los ojos — seguí sus instrucciones y luego sentí sus manos en mi cabeza, una a cada lado y comenzó a recitar algo en un idioma que no lograba entender muy bien, comencé a sentir dolor; sentí como si atravesarán mi cuerpo con mil alfileres y no recuerdo más…

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