<<Para que la luz pueda brillar, la oscuridad también debe estar presente.>>
-Francis Bacon.
Habíamos llegado a Edimburgo y nos dirigimos apenas tocamos tierra a un edificio en la zona céntrica de la ciudad.
Mi nani comenzó a buscar quien había sido la rata que nos delató y resulto ser uno de nuestros guardias, era un infiltrado, así que ahora sol tenemos a dos y a Agustín.
Aprovechando que Loretta esta en una conversación telefónica con alguien, estoy bajando rumbo a la plaza central, quiero conocer un poco el lugar y no se porque quiero ir a la Biblioteca de Edimburgo, llevo una semana soñando que algo me espera ahí. Una vez estoy fuera del edificio camino usando mi tableta y google maps para llegar a la biblioteca, y en un determinado momento, soy arrojada al suelo,
—¡Fíjate por donde vas!— escucho decir a un chico de unos 23 o 25 años, mientras me ve con sumo desagrado.
—Discúlpalo querida, ¿Estás bien? Diego, discúlpate por favor— una joven que veo que venía con él, me extiende su mano y me ayuda a levantar.
De inmediato siento como si la conociera de antes.
—¿Nos conocemos?— me dice ella,
—Juro que te conozco de antes ¿Cómo te llamas?—
Recuerdo que me dijo mi nani que no creyera en nadie y me apresuro a decir:
—Sharon, pero no creo que nos hayamos visto antes, a menos que hayas ido de vacaciones a México, soy de ahí, vine de turismo—
— Soy Agnes Sokolova, y el es Diego, somos hermanos, ignóralo, anda enojado porque su novia lo terminó— me dice y él bufa molesto —¿Ya nos podemos ir, tengo hambre
—¿Necesitas algo Sharon?
—Solo quiero ir a la biblioteca
—Nos queda de paso, acompáñanos— la seguí sin dudar y anduvimos los tres por la acera, desconozco de donde el sacó tres cafés de Starbucks y me dió uno, le agradecí y seguimos platicando hasta llegar a la puerta del recinto, nos despedimos y no se a que se debería pero no quería dejarlos ir, así que los abracé sin pensar.
—Bienvenida a la biblioteca nacional de Edimburgo, ¿Necesita algo?— una señorita con claro acento escocés por más que hable en inglés me dice.
— Sólo vine de visita, soy turista y quería conocer el lugar— expresé con total naturalidad
—Bienvenida a Escocia entonces, soy Valkyria y si necesitas algo— me extiende una hoja con el mapa del lugar y la acepto— no dudes en buscarme aquí.
Camino admirando las pinturas que están en el pasillo y llego a la sala principal, donde veo a muchas personas sentadas leyendo, otras tanto buscando libros y decido consultar mi mapa, por inercia busco la sección "culturas antiguas" veo que está ubicada en el segundo piso, así que subo las escaleras hasta llegar ahí, después de un largo recorrido entre los pasillos logro dar con esta zona, puesto que es muy pequeña para ser de una de las bibliotecas más antiguas y completas del mundo.
Comienzo en mi búsqueda pero ¿Que busco realmente? Sólo se que tenía que venir pero ¿A qué?
Lanzengerstein, Lanzengerstein, no hay nada relacionado a el imperio, entonces recuerdo algo que me dijo mi institutriz, " usted es descendiente directa de Alejandro Magno" así que decido buscar sobre el y si encuentro un libro titulado:
Alejandro Magno: vida y obras.
¿no se supondría que debería estar en otra sección? en fin, olvido ese detalle y lo abro ahí mismo, es de aspecto antiguo así que lo tomo con sumo cuidado, lo sorprendente de todo, es que no habla de mi tatarabuelo Alejandro, por el contrario; tiene la historia del imperio
¡bingo!, ahora ¿como sacarlo sin que se den cuenta?
¡Demonios!, ¿que hago? tengo una idea, ojalá funcione:
Saco mi tableta de mi bolsa y con discreción intento tomarle fotos a las hojas, cuando voy a la mitad, me regreso a revisarlas y cual es mi sorpresa que no puedo ver absolutamente nada, sale en blanco, rendida y ofuscada decido sentarme en el piso tratando de idear algo, comienzo a darle vueltas al libro y no se como no lo vi antes, en la contraportada hay un escudo, y es el de mi familia, puedo distinguirlo perfectamente por que tiene tres Águilas con coronas en la cabeza. Sin saber por que, decido pasarle mi dedo al escudo y siento un pinchazo y una gota de sangre sale de mi pulgar y es absorbida. Mayor es mi sorpresa al ver que aparecen unas letras:
Zoe Thais Magno Volksirell, princesa heredera al trono del reino de Lanzengerstein.
Y así como aparecen, se borran... el libro parece separarse en dos y pronto tengo una copia del mismo, lo tomo y decido guardarlo en mi bolso, dejando el original en su lugar.
Veo la hora en mi reloj de mano y me topo que llevo 5 horas aquí, nani me matara de seguro, ojalá haya visto mi nota.
Comienzo a bajar y de repente siento que alguien me esta siguiendo,
—¿que te pareció el lugar?—escucho decir a Valkirya,
—es un gran lugar, es justo como lo esperaba, pero debo irme, hasta pronto— le digo mientras me encamino a la puerta del lugar
— nos veremos pronto, princesa— escucho que alguien dice detrás mío y aterrada salgo de ahí, corro lo mas que puedo y tras 15 minutos, llego al edificio, y puedo ver a Loretta en la puerta junto a Agustín, quien al verme le dice que se gire a mi nani.
—¿se puede saber por que saliste sola y sin avisar?, ¿sabes a que peligro te has expuesto?—
—lo siento, pero tenia que ir a la biblioteca por esto- le digo mientras le extiendo el libro- llevo desde que salimos de México soñando que tenia que ir a esa biblioteca, así que fui y me encontré sacando un libro sobre Alejandro Magno y en realidad era sobre el reino, estuve viendo como sacarlo y tenia el escudo familiar, me pinche el dedo al pasarlo sobre este y me dio una copia, e incluso tiene mi nombre escrito— termino diciendo ya que estamos en la sala del lugar, inmediatamente se lo mostré, entramos a toda prisa,
—¿sabes que significa esto Zoe?- dice después de analizarlo- Tu familia esta viva aun, no se quienes en realidad pero con la ayuda de este podemos saber quienes son y en donde están—
—Cuenta la leyenda, que Alejandro Magno tuvo una relación con la reina Talestris, reina de las amazonas, supuestamente ella lo había buscado con el objetivo de engendrar un hijo que heredara los atributos de el, y a cambio le dio 300 vírgenes para sus soldados, ellos estuvieron juntos por 13 días, tras los cuales ella se marcho al cumplirse su objetivo: meses después dio a luz a un precioso niño, el por supuesto es el pionero del reino.
El libro pertenecía a la reina, y se ha ido pasando de generación en generación, cuando naciste, se te pinchó el dedo y lo colocaron sobre el escudo, marcando así que tu eras la primogénita de la familia y por derecho te correspondía el trono. Al iniciar la rebelión, y no saberse nada de la familia, este libro fue perdido y hasta ahora lo encontraste, esto quiere decir, que tus hermanos están mas cerca de lo que pensamos Zoe-
(...)
Después de un largo rato, cenamos algo ligero y ahora me encontraba en el sillón de la sala, con los audífonos puestos y el libro entre mis manos, volví a poner mi dedo en el escudo y se abrió, y decidí que leería hasta donde pudiese leer hoy.
