Completamente enamorado [IronStrange AU]

Twenty

La rutina de Stephen comenzó a incluir un tiempo destinado para ayudar a la señorita Pepper Potts para llevar a cabo la celebración por el cumpleaños de Anthony. Era increíble como había pasado el tiempo tan rápido: los meses que se la pasó negando su amor por Stark y después en los que pasó a flirtear con él.

Stephen sabia cuan complicado fue darse cuenta de que había caído en las redes de Tony, primeramente, se había negado por completo a los sentimientos amorosos que se gestaron en su pecho, luego vinieron los mensajes y llamadas frecuentes, siguiendo esa línea las palabras ridículas que soltó después de asustarse por lo que sentía y con broche de oro el acto cobarde de irse.

Él sabía que los errores que cometió debieron costarle y muy caro: el desprecio de Tony hacia su persona por un breve tiempo que no fue suficiente cuando se enteró que estaba en peligro. Aun existía dentro de su pecho ese arrepentimiento de no haberle acompañado cuando más le necesitaba, así como Tony lo había hecho con él después de su ataque.

Sus pensamientos fueron enviados a segundo plano cuando se vio empujado por los hombros, Christine había notado que estaba en las nubes por ello lo arrastraba al quirófano después de haber sido descontaminado. Era una operación sencilla después de todo, otro idiota con una bala alojada en el cerebro que de milagro no lo mató y no le llevaría más que un par de horas culminarla, por ello debía dejar sus cavilaciones profundas fuera de la habitación.

África de Toto sonaba dentro del quirófano, Stephen se mantenía concentrado en la actividad que realizaba. Sus expertas manos sabían que hacer dentro de esa cavidad cerebral. Christine le asistía con una sonrisa, a pesar de la situación que Strange había pasado seguía priorizando su trabajo sobre todo; al principio había abogado porque el neurocirujano regresara a su hogar después de saber lo del ataque sufrido. Ella estaba asustada por que alguien quisiera lastimar a su compañero y ex amante, pero Strange la había tranquilizado expresándole que tenía un ángel que le cuidaba desde la obscuridad.

Anthony había tenido que confesarle que había puesto a un hombre llamado Wade Wilson para cuidarle. Stephen había protestado que no necesitaba niñera tal y como el rubio había dicho, pero Stark contrataco expresando que su preocupación era demasiada y estaba tomando medidas contra cualquier futuro ataque en su contra.

Stephen no podía sentirse tranquilo del todo, sí, quizás tenía una persona que velaba por su seguridad. Pero ¿quién cuidaba a Tony? Cuando se lo cuestionó este respondió que estaría bien por su cuenta, antes de colgar el teléfono. Strange resopló molesto, si bien conocía a Tony sabía que este se preocupaba por salvar a todos antes que a él.

Se limpio las manos ensangrentadas mientras seguía siendo víctima de sus pensamientos sobre la seguridad de Tony y alternativas para protegerle de una u otra manera. Su ex amante le palmeo la espalda antes de retirarse el cubrebocas que escondía una sonrisa amplia.

—Excelente trabajo como siempre Stephen.

Él asintió aun serio, su compañera quien lo conocía muy bien apretó su hombro con la mano buscando darle consuelo. Aunque ya no fueran amantes aún tenía mucho cariño por el hombre y el verle tan preocupado (suponiendo que era por la situación de la que había sido víctima) le afectaba de cierta manera.

—La fiesta de cumpleaños de Tony será en unos días.

Palmer asintió, un alivio se extendió en su pecho después de escuchar tales palabras, Stephen solo estaba preocupado por eso. Eso le tranquilizaba de muchas formas, sin saber que su pensamiento estaba errado.

—¡Genial! ¿Qué estas planeando? Imagino que la señorita Potts está ayudándote con esa inmensa tarea. Estoy segura que el joven Stark querrá una sorpresa de lo más increíble —no conocía mucho a Anthony y aun le era un misterio como Stephen se había enamorado de él cuando el chico era un caprichoso y grosero de lo peor.