Prólogo

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Gabriel Agreste estaba llegando a su casa con una gran resaca y mucho sueño.

La noche anterior tuvo un viaje muy molestó al extranjero ya que uno de sus empleados perdió unos documentos que tuvo que ir a hacer y al final resultó que los documentos estaban debajo de la pata de una mesa coja.

Bueno, olvidando ése mal momento y como casi asesina a un empleado, ahora por fin podría ir a dormir.

Por hoy París estaría libre de akumas pero mañana habría oferta de dos por uno.

-Hola padre.

Dijo su nervioso hijo el cual tenía a una pequeña niña de cabello rubio y largo, sobre su espalda.

-Hola Adrien, no me molestes que tengo sueño.

Abrió la puerta de su habitación, pasó adentro y nuevamente salió para acercarse a su hijo el cual sonrió nervioso.

-No puede ser ¿Qué hiciste ahora Adrien?

El chico lo miró confundido por un rato hasta que entendió a que se refería.

-¡No, no es mía! ¡Ramón aún es muy pequeño para salir a la luz!

-¡¿Entonces de quien es ésa niña?! ¡Y más te vale que no me mientas por que Ramón puede ser cortado antes de ser útil!

A Adrien le recorrió un escalofrío mientras sentía miedo por lo que le podía pasar a su entrepierna.

-B-bueno... verás... tras terminar mi sesión de fotos, fui a comprarme un helado por el calor, mientras esperaba está niña salió de la nada y no se quiere despegar de mí.

Finalizó con una sonrisa nerviosa mientras el hombre veía como la niña se ocultaba atrás de Adrien.

-No puede ser... ¡Idiota, a éso también se le considera secuestro en cierto punto! ¡Vamos a la jefatura a que encuentren a la madre de la niña!

Grito de manera histérica mientras agarraba del brazo a su hijo, la niña le sacaba la lengua y Nathalie se hacía presente.

-Ya lo hicimos señor Agreste y nos pidieron cuidar a la niña hasta que tengamos noticias.

Aclaró la mujer y el hombre miró a su hijo el cual tenía ojitos brillantes.

-Por favor, sólo será a lo que encuentran a sus padres y yo podré tener a una hermanita pequeña por un rato.

Suplico y Gabriel se iba a negar rotundamente pero como no soportaba más el cansancio, se dio media vuelta y se fue antes de decir.

-Odio a los chamacos.

Y así, de una manera rara, Adrien va a cuidar de una pequeña niña pérdida que se encariño con él.

¿Quiénes serán los padres de la niña y dónde están?

¿Por qué Adrien resultó ser tan débil con los niños?

¿Marinette también lo va a malinterpretar cuando vea a la niña por primera vez?

Más adelante se sabrá.

Continuará...
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¡Hola!

Y aquí está la otra historia de niñeros que prometí hace tiempo pero está vez todos serán niñeros de una niña pérdida.

¿Por qué sigo haciendo historias si tengo tantas a actualizar? No lo sé.

Espero que les haya gustado el inicio.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Miraculous vs. una niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora