Capítulo 2: De Camino a la Hoja

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Vemos a Naruto, junto con su equipo en la entrada de la aldea esperando a Zabuza, que como era de costumbre, llegaba tarde a la misión. En ese momento se escuchan quejidos en una dirección, que al mirar hacia ella, a todos les salió una gota en la nuca, al ver al dúo de padre e hija caminando hacia ellos, con un Zabuza herido y una Haku enojada. En el momento en el que estaban por preguntar que pasó, se callaron al ver la mirada que les mandaba Haku, en especial a nuestro pelirrojo. Decidiendo olvidar lo ocurrido, se despidieron por un rato, ya que no verían a sus amigos y familiares en mucho tiempo. Cuando nuestro pelirrojo se fue a despedir de Haku, fue sorprendido con un gran abrazo de parte de esta, junto con un sorpresivo beso de ella. Sorprendido por esto, correspondió el beso delante de un asombrado grupo, y un enojado Zabuza. Después de separarse del beso, la chica salió corriendo con un gran sonrojo en la cara, dejando a un sonrojado y estupefacto Naruto en la entrada, mirando en la dirección de Haku. Dejándolo de lado, aún con un sonrojo comenzó a caminar en dirección a la Hoja. Siguiendolo de cerca estaba su equipo, pero en el momento en el que estaban por preguntar que sucedió en la entrada de la aldea, este comenzó a correr a toda velocidad.

Ya habían estado corriendo por más de ocho horas sin detenerce a descansar, pero en el momento en que estaban por llegar al país de Fuego, se les apareció al frente un equipo un poco peculiar, en este había un hombre alto, pelo blanco, dos líneas rojas en su rostro y una banda ninja con la palabra aceite. Justo a su lado un hombre alto, algo afeminado, completamente pálido y manchas violetas debajo de sus ojos como serpiente. Por último, una rubia hermosa, con su cabello en dos coletas, con un cuerpo que enamoraría a cualquiera, pero lo más llamativo era un diamante violeta en su frente. Todos tenían  un rostro bastante serio mirando al equipo de espadachines. El pelirrojo levantando su mano, detuvo a un Kisame que estaba por decir algo. Mirando hacia adelante caminó dos pasos hasta el peliblanco y le entregó un rollo. Justo cuando estira la mano el Sannin de los sapos toma el rollo y observa por si hay un sello o algo de este estilo, conociendo que el pelirrojo que esta frente a el es un Uzumaki de los más peligrosos. Luego de ver que no tenía nada lo abre y lo Lee, luego de unos minutos asiente para comenzar a hablar:

Sannin: Hola, mi nombre es Jiraiya, un placer conocer a la generación más poderosa de los Kirishinobigatana Nananinshu (siete espadachines de la niebla).

Naruto: Es un placer, mi nombre es Naruto, el capitán del equipo. Venimos con el propósito de ayudar a Konoha en su guerra contra kumo.

Tsunade: Bueno por que no nos acompañan, será mejor ir a toda velocidad, así llegaremos más rápido.

Kisame: ¿Estás segura que puede correr a nuestra velocidad? No pareces estar en las mejores condiciones para hacerlo.

En ese momento Kisame es golpeado por un Naruto enojado, y para ser sincero algo asustado de la mirada de la rubia.

Naruto: Kisame, si no te callas, te enviaré de vuelta a la aldea, y te quedarás en suspensión por un largo tiempo hasta que yo lo diga, me entiendes, ¿o dejó que la señorita a la que insultante, muestre lo que quiero decir?

En ese momento, Kisame se asustó como nunca antes, no sólo por la mirada de Naruto si no por la mirada de la rubia, una que no prometía nada bueno. Asintiendo rápidamente miró a otro lado. Naruto despues de eso, miro en dirección de los tres Sannin, y asintiendo dió la señal para avanzar, cosa que hicieron en el momento.  Mientras corrían Tsunade le enviaba a nuestro pelirrojo miradas sutiles para tratar de entender, como un hombre temido por las cinco grandes nociones, podía ser tan caballeroso, sonrojandose cada vez que miraba en dirección del cuerpo bien formado del pelirrojo.

Unas horas más tarde se encuentran justo delante de la aldea de la Hoja. Al seguir caminando, se fijan en una cosa en concreto, dos guardias durmiendo en el puesto de vigilancia. Eso les sacó una gota a los shinobis de Kiri, pero enojó demasiado a cierta rubia, lo que causó que ambos fueran despertados con un grito de parte de esta, asustando a ambos hasta desmayarse. Pasando de largo junto al puesto, siguieron su camino a la torre Hokage. En el camino a la torre, los espadachines se fijaron en las diferentes miradas que le mandaba la gente de la aldea, desde asombro, hasta miedo. Ignorando las miradas, siguieron caminando mientras hablaban entre sí, sin darse cuenta de las miradas que le mandaban los tres Sannin, o eso creían, ya que el pelirrojo si notó las miradas que le mandaban.

Luego de un rato, llegaron a la torre Hokage, donde entraron, solo para ver que los anbus alrededor del Hokage, se pararon delante de ellos, apuntándoles con sus espaldas en las partes vitales del cuerpo. Cuando estaban por sacar sus armas para contraatacar, fueron detenidos por la voz de su capitán.

Naruto:  Alto, chicos, no vinimos a atacar a sus anbus, venimos hablar sobre la ayuda en el guerra.

Minato: Anbus, bajen sus armas. Lamento lo ocurrido, en que te puedo ayudar?

Naruto:  Hola, Hokage-sama, vengo a hablar sobre ayudar a Konoha en su guerra contra Kumo.


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Gracias por leer este capítulo. Espero que les esté gustando la historia. No olviden dejar sus comentarios sobre ideas que tengan. Pronto subiré un capítulo aclarando ciertas cosas sobre la historia. Adiós y nos vemos en el siguiente capítulo.

El Zorro Asesino de la NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora