El Zorro Asesino de la Niebla

Problemas con el consejo

Todo estaban en silencio observando al pelirrojo, el cual estaba algo furioso, al pensar que estos ancianos inútiles, a ojos suyos, querían separarlo de su aldea y sus amigos, en especial cierta peli negra que lo espera en Kiri, la cual amaba con todo su corazón, y no pensaba en abandonarla solo porque unos idiotas se lo "ordenaban", lo cual no podían hacer ya que el no es un shinobi de esa aldea.

Naruto: Yo, me rehúso, no abandonaré mi aldea solo porque ustedes me lo digan. Yo no pertenezco a esta aldea, lo que significa que jamás me darán una órden, mucho menos una de esas, malditos ancianos arrogantes

Dijo este dejando salir su intención asesina, asustando a toda la parte civil, los cuales acintieron rápido, temiendo lo que este individuo podía hacer con ellos. Mientras esto sucedía el lado shinobi estaba sudando frío, ya que el pelirrojo estaba soltando demasiado instinto.

Después de ese incidente, el pelirrojo salió enojado ignorando a la pelirroja, que lo estaba llamando, un poco preocupada por lo que acaba de ver en la sala de reuniones. Luego de seguirlo por un tiempo, este se detuvo en un claro junto a un bosque enorme. El pelirrojo empezó a destruir árboles en el bosque por el enojo que tenía, claro que se fijó que había alguien observándolo desde lejos. El se detuvo un momento, solo para ver que la persona que estaba oculta era una angustiada Kushina, que lo veía con ojos cristalinos pensando que este la odiaría. Este empezó a caminar hacia ella, poniendo una cara algo seria para gusto de esta. Cuando el se le acercó, ella estuvo por decirle unas palabras, pero este levantó la mano deteniendola, ella cerró su boca esperando a escuchar sobre lo que este quería decir.

Naruto: ¿Tu sabias de todo esto?

Preguntó algo devastado y enojado a una Kushina sorprendida.

Kushina: ¡Claro que no!, ¿como crees que podría hacerle algo así al único familiar que tengo?

Naruto: Exactamente, lo harías para que me quedara contigo en esta aldea, y de esa manera poder estar cerca de ti todo el tiempo.

Para este momento, Kushina estaba derramando lágrimas de enojo y frustración por lo que había dicho el Uzumaki. Esta rápidamente se dió vuelta mirando hacia otro lado mientras apretaba los puños y le contestaba enojada.

Kushina: ¡¿De verdad crees que sería capaz de hacer eso?! ¡Se que tienes una vida en tu aldea y que probablemente seas más feliz en Kiri que en otro lugar, pero no porque traten de quitarte eso, me tienes que ver como la culpable de todo!

Dijo esta llorando, haciendo que el Uzumaki bajara la cabeza en vergüenza por lo que hizo, tratando de disculparse con ella, pero no salían palabras de su boca, así que optó por abrazarla y consolarla con palabras suaves de disculpas al oído de esta. Luego de un rato este se separa de la pelirroja que se había calmado un poco, diciéndole que si quería ir a almorzar, para el poder recompensarla por lo que dijo. Esta aceptó con una gran sonrisa, la cual nunca se fue de su rostro mientras caminaban de camino al restaurante de ramen favorito de la Uzumaki. En el camino esta se pegó a el hasta tomar su brazo entre sus generosos pechos, haciendo que este se sonroje y comience a pensar en cosas no muy santas acerca de la situación. Mientras esto sucedía, ellos no sabían que estaban siendo vistos por un sorprendido equipo de espadachines, que miraban a su capitán con asombro e incredulidad, pensando que jamás vería a otra chica de la manera en la que veía a Haku, mucho menos una que era unos años mayor que él. Mientras recordaba lo de Haku, Zabusa se enojaba al pensar que su líder solo quería jugar con su hija, pero luego recordaba que estaban hablando del último Uzumaki hombre, lo que significa que este tendrá que renacer su clan con muchas mujeres. Dejando eso de lado, los dos Uzumaki siguieron su camino, bajo la mirada atenta de todos los que pasaban por su lado. Luego de un rato estos llegan al lugar, y Naruto pensó que se arruinaría monetariamente al ver como la pelirroja daba pequeños saltitos de la emoción, ya que lleva varios días sin comer en su lugar favorito. Esta se da la vuelta para ver al Uzumaki a la cara y decirle con emoción lo que era ese lugar.

Kushina: ¡Bueno, te presentó a Ichiraku Ramen, el mejor lugar de comida del mundo!

Dijo esta con una gran sonrisa que demostraba lo feliz que estaba, aún después de lo que pasó entre ellos, lo que hace que este sonría un poco al ver la hermosa sonrisa de la mujer a su lado. Estos entran al local solo para ser recibidos por un hombre de unos 40 años con una sonrisa que se agrandó más al ver a la pelirroja.

Teuchi: ¡Kushina-chan bienvenida de nuevo! ¿Que puedo hacer por ti?

Kushina: Hola Teuchi-san, quiero un miso Ramen de puerco con extra carne por favor.

Teuchi: Claro que si. ¿Y usted que pedirá joven?

Naruto: Deme lo que ella pidió, por favor.

Después de eso el chef se fue a preparar la comida de sus dos clientes, los cuales estaban hablando sobre cosas tribales mientras esperaban para comer. Luego de la deliciosa comida y varias lágrimas de parte de Naruto por su vacía billetera, este tuvo que admitir que era lo mejor que había probado en su vida. Siguiendo con estos, la Uzumaki estaba ansiosa y algo sonrojada pensando en como preguntarle lo que tenía en mente, pero de un momento a otro llegó a su casa sin darse cuenta de ello, lo que causó que se pusiera triste por pensar en que su increíble día se había terminado.

Kushina: Bueno, gracias por traerme a casa Naruto-kun.

Naruto: No fue nada, Kushina-chan, deberíamos repetirlo pronto, de verdad me divertí hoy contigo.

Dijo sonriendo, haciendo que esta se sonroje por lo que dijo este, por lo que solo asintió en afirmación a lo que el dijo. Cuando el estaba por irse, esta lo detiene, haciendo que el la mire solo para recibir un beso de parte de esta en su mejilla, para que esta saliera corriendo a dentro de la casa u cierre la puerta, dejando a un sonriente Naruto atrás viendo en la dirección en que se fue la pelirroja. Diciendo adiós en un susurro, se marchó a su casa aún con la sonrisa en la cara. Todo esto era observado por una pelirroja detrás de una ventana, la cual estaba sonriendo al ver que si le gustó la despedida al Uzumaki.

Kushina: Adiós, Naruto-kun