Con el pie Izquierdo - 2min

Clase 7

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Minho se queda en silencio por unos segundos y respira profundamente para empezar a hablarle de algo que no tenía que ver con medicina o algún tema académico.

No había confraternizado con ningún estudiante de esa forma. Y tal vez no habría sucedido, pero él mismo se lo había buscado.

Se aclara la garganta y se acerca a la ventana cercana a su escritorio.

- Creo que hemos empezado con el pie izquierdo, señor Lee.

Taemin boquea como pez fuera del agua al escuchar semejante declaración. No era cierto. Apenas mueve su brazo y se pellizca la mejilla para ver si realmente estaba despierto.

Pero no.

Y le ve voltearse y quitarse esos lentes que solía utilizar para dictar clases.

Mierda, no sabía qué decir.

- No fue mi intención hacer que se sintiera mal cuando le pregunte si fue el único que repetía de su curso.

Pero lo hizo. Ese era el problema. Ambos lo sabían.

Sólo que Minho, tal vez, jamás admitiría que no era que le cayera mal, porque tal vez le dio a entender eso desde que lo vio asistir a clases y aprobar materia tras materia, saliéndose fuera de lo que siempre esperó de él.

- Pero... - cuando Taemin quiso decir algo, como haciéndose al que no entendía, Minho lo interrumpió.

- Debe prepararse más, porque vienen momentos difíciles – suspira al recordar que sería como su tutor – será un año difícil.

Taemin sonríe un poco porque cree que al tipo se le extraviaron algunos tornillos o le inyectaron algunos sedantes para insanos mentales, porque esa materia sólo duraría un par de meses más y todo terminaría allí.

- Doctor, las clases terminarán en dos meses – él le sonríe y Taemin no sabe qué decir o hacer.

- Empecemos con el pie derecho, señor Lee.

Minho le extiende la mano y cuando Taemin, dudoso, quiere sujetarle, quita la mano y le despeina un poco.

- No creí que llegarías tan lejos, pero lo hiciste...

Taemin se queda en shock, casi sin respirar, porque aquel movimiento, su sonrisa y su perfume le recuerdan a aquel día lejano.

- Gracias – sonreía porque ver aquel dulce le hizo olvidar que quería ponerse a llorar porque su futuro sería algo diferente al que alguna vez soñó.

- Quiero ver hasta dónde eres capaz de llegar – le mira sorprendido porque él sonreía detrás de esas gafas anchas, ese hombre que al entrar le miraba serio y sin ninguna emoción en la cara.

Hasta podía decir que le miró con algo de rencor.

- Pero no llores...

Y justo después de decir aquello, le sorprendió aún más revolviéndole el cabello como si fuera un pequeño niño que se conformaría con un dulce. Tal vez lo parecía. O lo era.

- ¿Lo hice?

Y sólo lo ve sonreír mientras cogía su maletín y se disponía a marcharse de allí, justo después de haberse develado ante sus ojos.

Era él, a quién había estado buscando durante esos cinco años, pero nunca supo reconocerlo porque el mismo hombre que ahora veía, apenas sonreía. Y lo que más recordaba de él era su sonrisa.

- Nos espera un trabajo arduo, señor Lee, no me decepcione – dijo antes de cruzar la puerta.

- No lo haré, doctor Choi.

Y fue la primera vez en esos cinco años que pudo pronunciar su nombre con admiración y gusto. Después de todo, detrás de esa fría apariencia era un ser humano, uno que no se había olvidado de él.

- Eso espero.

Minho le sonrió por última vez y salió de aquella aula.

Sonreír se sentía bien, casi sentía extraña su cara de tanto sonreír mientras caminaba rumbo al hospital a contarle a Jinki que si se había disculpado.

Después de todo, ver sonreír a Taemin de esa forma y ver cómo sus ojos brillaban de esa forma al recordar el pasado, le hizo sentir que, tal vez, ser tutor de los internos sería hasta divertido.

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Gracias por la espera <3

No sé cómo agradecer sus votos, comentarios y todo su apoyo <3 Gracias T_T

¡Nos leemos!