¿Qué pasa cuando algo inimaginable llega a romper el esquema de tu vida? ¿Lo persigues para descubrir algo especial, cierto? Pero... ¿Y si no todo es como en los cuentos y lo único que genera es guiarte hacia tus peores miedos y sufrimientos, sin po...
Mientras observaba mi reflejo, más que sentirme asustado me sentía asombrado.
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Instintivamente toqué mi ojo con mi mano y al retirarla, el fuego ya no estaba. Miro a mi hermana y estaba perpleja, tanto que preferí llevarla a su cuarto para que descansara y así poder dormir lo que quedaba de noche. Al día siguiente unos murmullos me despertaron, era Iris y Castiel que estaban conversando acerca de aquel acto.
- Ya despertó, ahora preguntale.- comentó Iris. - ¿Que pasa?.- pregunté. - ¿Es verdad que anoche volvieron a bajar?.- alegó Castiel - Si, lo siento pero teníamos que hacerlo. - ¿Y por qué no me avisaron?, Yo también quería ir. - Lo sé... Pero no fue algo planeado. - Me debieron haber despertado, no debieron bajar solos, les pudo haber ocurrido cualquier cosa, además estaba mamá en casa, pudo haber visto algo, o enterarse de lo que estaba pasando o peor pudo...y... Además...porque...imagínate que...por eso...
Hablaba, hablaba y hablaba, mi cabeza comenzaba a retumbar, sentía que mi sangre ardía por dentro, mis manos temblorosas y mi piel erizada.
- ¡¡Basta!!.
Mi cabello se encendió en llamas y mis ojos ardían en fuego, Castiel se calló de inmediato quedando atónito por mi aspecto. Al ver a mis hermanos tan asustados preferí tranquilizarme, de a poco el fuego que me cubría se fue extinguiendo. - ¿Pero qué fue eso...?.- Preguntó Castiel sin poder creer lo que estaba pasando. - En la noche mientras estábamos abajo también hizo lo mismo, pero no fue tanto como ahora.- agregó Iris. - ¡¿Y tienen alguna explicación o teoría de por qué rayos te ocurre eso?!.- pregunta Castiel un poco alterado. - No, no tengo ni la más mínima idea de por qué me pasa eso, lo único que sé es que nunca me había pasado antes, incluso, antes de tomar la piedra roja. - ¿Y donde la dejaste?.- interroga Iris. - La hice un collar para no perderla.
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- ¿Puedo revisarla?.- consulta Castiel. - Si, pero ten cuidado, puede que... - ¡¡Aahhh!!. -...Te quemes... - ¿Pero por qué tú no te quemas?. - ¡Que no lo sé!, Nosé que está pasando, nosé por qué me pasa eso, no tengo idea de nada, nada de esto es normal y me preocupa, ¿podemos darnos un descanso por hoy y seguimos descubriendo mañana?. - Si, yo creo que es lo mejor.- apoya Iris. - Bueno, está bien.- dijo Castiel un poco molesto.
