Wang Jackson, Wang Jia Er, Wang Puppy, Amor De Mi Vida.

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Nuestro primer encuentro con Jackson fue increíblemente extraño. Yo solo estaba mirando una vidriera en el centro comercial y un niño pequeño vino hasta donde me encontraba. No hacía absolutamente nada que no fuera tocar mis zapatos de charol -cortesía de mi amigo Bambam - me quedé viéndolo un rato, mientras la marca de su marcador color naranja permanente manchaba el apenas nuevo par de zapatos.

-HyungGu, ¿qué crees que haces? ¡Casi me matas del susto! Dios, te he corrido por toda la tienda. -Un joven de cabello negro y no muy alto se agachó frente al niño y lo sacudió retandolo, aunque luego lo abrazó fuerte y comenzó a hacerle cosquillas. La escena causaba diabetes, pero dejar de verlos era casi imposible de la dulzura que irradiaban. -Oh, que maleducado soy, lo siento mucho. -Sujetó la mano del niño, para que no volviera a escaparse, y me tendió la otra. -Mi nombre es Jackson, y el es mi sobrino HyungGu. Pide perdón, Gunnie.

-Peon. Zapato billante.

-Bueno, esa no es excusa. Además, se los has manchado. Por favor, déjame que te compre unos nuevos, te los ha dejado como una naranja. -Hizo una reverencia formal, y al levantarse pude notar su rostro de preocupación ante mis ya inútiles zapatos.

-Mi nombre es Mark, y no es necesario que me compre uno nuevo. No se preocupe.

-Insisto, por favor. No serán más de quince minutos y te la debo.

A pesar de que en ese momento tan solo me atraía el gran físico del chico y los asombrosos modales que poseía, luego descubrí otras facetas de Jackson que me gustaron mucho más que las anteriores.

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En un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos en el cumpleaños número siete de HyungGu. Yo lo conocí cuando tenía dos y amaba rayar cosas, y desde entonces Jackson y yo estuvimos saliendo.

Esa misma noche, ambos nos recostamos en la cama doble que compartíamos hace un par de años, y como casi todas las noches hicimos el amor. Cuando yo sentía que me dormía, Jackson puso las cartas sobre la mesa.

-No puedo aguantar las ganas de tener un hijo contigo, Mark. Juro que traté de esconderlo por algún tiempo porque no te quería asustar con compromisos apresurados, pero ¡Dios! No puedo dejar de pensar en nosotros y una familia, tu y yo y un bebé. Muero por verte arropar a un niño que ambos podamos llamar hijo. Y siendo sincero, que HyungGu y tu se lleven tan bien me hace sentir desesperado de tener a nuestro propio niño. Lo siento si te asusté.

Jackson me miró. Lo hizo igual a como me miró cuando me pidió ser su novio. Estaba desesperado, y me era imposible sentir o pensar en otra cosa que no fuera un niño de apellido Wang Tuan y que durmiera entre medio de ambos. Preso de exitacion y lujuria, así me describía en ese momento.

-Como no querría un hijo con el amor de mi vida, Jackson.

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Aproximadamente dos años después, nos encontrabamos acariciando la felicidad, la alegría nos llenaba y no podíamos pedir nada más porque ya lo teníamos todo.

Nuestroz dos primeros hijos, que fueron mellizos, se llamaron JaeBum y YoungJae. Fue algo difícil escoger los nombres y posteriormente diferenciarlos en los primeros años de sus vidas, porque si bien ahora son casi adultos y las diferencias son precisas, cuando pequeños parecían calcados. El tiempo de adopción fue difícil, peleábamos todo el tiempo, la paternidad tampoco fue fácil pero sí llevadera.

En final de nuestra historia fue feliz, muy muy feliz.



Solo eramos dos príncipes que ni siquiera buscábamos enamorarnos, solo nos encontramos y todo ocurrió. De un momento a otro no sabía hacer otra cosa que no fuera pensar en Jackson Wang. Quizás fue su simpatía, su voz rasposa o su sensualidad lo que me atrajo primero.

Siempre me habían atraído las chicas, hasta que sus manos se posaron en mi cintura y las mias acariciando su corto cabello. Ahí supe que ya no habia marcha atrás, no quería otros brazos rodeandome o otros labios sobre los míos. No quería tocar a otra persona ni me importaba.

No me sorprendió el hecho de haberme enamorado de un hombre, si no lo el gran peso que ese chico ejerció sobre mí. ¿Quien diría que me sentiría tan bien cuando el me decía pequeño, bebe, o mi niño? Cuando solo gritabas ¡El último que llega es huevo podrido! Y ambos corríamos como desquiciados hasta llegar al final, y Dios, ni hablar de cuando me hace el amor como si no hubiera un mañana.

Para terminar, Jackson Wang me ha dejado sin palabras desde que nos conocimos. Me hizo olvidar que las parejas "normales" eran entre sexos opuestos y me hizo sentir la persona más preciada del universo. Juro que todos los comentarios homofobicos a nuestro alrededor desaparecían, porque cuando me besaba todo se reducía en que esto era lo correcto. El y yo. Jackson Wang y Mark Tuan.











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Bueno, esta ha sido una historia corta Markson que quería hacer hace mucho mucho tiempo y por fin la completé.

Espero que les haya gustado a pesar de lo corta y simple que es❤️

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2018 ⏰

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