Daños pasados «J Balvin»

Capitulo 33 parte 2 FINAL

Jose

–Ignórala, di papá–le digo a Matías, el cual está sentado en mis piernas en el sofá, mientras Maddie está frente a nosotros

–No Matías, ma-má–le dice, y el pequeño solo ríe

–Vamos Matías, es hora que aprendas a decir algo, estás por cumplir un año–le digo tratando de alentarlo, pero él me ignora y sigue examinando con atención su dinosaurio

Así es, Matías está por cumplir un año, en tres semanas, hemos tratado tanto pero al parecer no quiere, solo ha aprendido a gatear

–Pa...aa–dice de repente, y ambos lo vemos con asombro

–¡Dijo papá!–le presumo a Maddie, ella me muestra la lengua, pero me quita a Matías para abrazarlo

–¡Eres tan lindo Matías!–llena su cara de besitos y el niño ríe–es hora de comer

–¿Y si vamos a algún restaurante?–le sugiero, no tengo muchas ganas de almorzar acá

–Sii, solo voy por mi bolso–dice y sube las gradas

–Vamos a tratar de caminar–le digo, pongo algunos almohadones al rededor, y pongo al pequeño en la alfombra–por favor Matías, hazlo antes de tu primer cumpleaños–le digo, lo trato de poner de pie y hacer que camine un poco

–Si se cae te mato–escucho la voz de Maddie a mis espaldas, lo cuida bastante

–Todos los niños deben caerse alguna vez–ruedo los ojos–si no lo hace, no tendrá infancia–digo y escucho una carcajada de su parte

–Bien...solo cuídalo

–No le pasará nada si está conmigo–le aseguro–ahora si vamos, tengo bastante hambre–tomo su mano, y en mi otro brazo llevo a Matías

–¿A donde vamos?–me pregunta, mientras abre la puerta trasera para quitarme al bebé y ponerlo en su silla

–Emm comida italiana–sugiero

Maddie es la mejor mamá, y mi vida no podría ser más maravillosa, siempre trato de hacer tiempo para ellos entre semana, aunque no siempre puedo, pero jamás paso un fin de semana sin ellos, o cuando nos vamos de vacaciones a mi casa cerca de la playa, la cual compré cuando no tenía ni idea que Matías vendría en camino, o me acompañan aunque sea dos semanas de la gira porque sabemos que tanto cambio tal vez no sea tan bueno para un bebé, también vamos a Colombia cuando podemos y mis padres adoran a Matías, Sammy también trata de jugar con el, es demasiado lindo, ambos me tienen loco

Maddie

Matías es el amor de mi vida, es un niño súper tierno, aunque también muy inquieto, y a Jose y a mi nos encanta enseñarle cosas, le he dicho a Jose que no le compre tantos zapatos y ropa porque está muy pequeño, y no la usará más de unas pocas veces, pero a él le encanta comprarle tenis

Llevamos a Matías a su habitación, y Jose le canta, pues estaba llorando muy fuerte y es lo único que logra calmarlo, muchas veces hemos tenido que hacer videollamada cuando él no está.

–Maddie–dice Jose, estaba por dormirme–¿estás despierta?

–Si–me volteo, para quedar frente a él, y me abraza–¿que pasa?

–Me encanta estar con Matías y viajar con el, pero...quiero que vayamos nosotros solos, no importa por cuanto, puede que solo sea una semana, pero en serio quiero ir contigo, necesitas un descanso de pasar todo el día detrás de un bebé inquieto–y tiene mucha razón, Matías jamás está quieto, siempre gateando, pero fuera de eso es tranquilo y no da molestias