III

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Terminó la clase de biología, no estuvo tan aburrida, pero sé que en un tiempo cambiaré de opinión, al tocar el timbre todos salieron de inmediato como si necesitaran salir a respirar aire, guardé mis cosas en mi mochila y un chico se me acercó para decirme algo.

-Discúlpame por haberte hablado así en la mañana- dijo el chico con pelo castaño, el mismo que me regañó –estaba un poco molesto por... una situación-.

-No es nada- por fin dejé de tartamudear –está todo bien, te perdono-.

-Gracias- me tocó el hombro con su mano y caminó hacia la salida como los demás.

Era el último en la sala, me dirigí hacia la puerta pero la voz de la profesora me impidió continuar.

-Jisung ¿puedes acercarte un poco?-.

-Sí- hice lo que me ordenó y me ubiqué cerca de su escritorio.

-Tus papás no pudieron venir antes al establecimiento para llenar unos documentos y necesitamos algunos datos tuyos y de ellos por si tenemos alguna emergencia o algo por el estilo, es de gran importancia tenerlos, y necesito que me des el número de alguno de ellos para citarlos en la tarde-.

Saqué mi celular y entré a contactos para buscar los números, encontré el de mi papá, podría darle este ya que va a venir en la tarde a buscarme, mmmh... no, ese es su horario de descanso, él no podría quedarse por mucho tiempo, mi mamá está libre. Busqué el número de mi madre y al encontrarlo se lo dicté a mi profesora que los escribió en una libreta.

-¿Es el número de...?-.

-Mi mamá-.

-Okey, muchas gracias, Jisung- guardó la libreta en su bolso -Se lo entregaré al inspector general, él la llamará, antes de que te vayas quiero darte esto- sacó una hoja y me la entregó -que tengas un buen día- dijo con una gran sonrisa.

-gracias, usted igual-.

-Gracias-.

Salimos de la sala y ella se dirigió supongo que a la sala de profesores y yo sin rumbo alguno, observé la hoja que me había dado, una sonrisa se desplazó en mi cara por ver que era mi horario, ahora el problema es buscar las salas pero ya no estoy tan perdido como antes.    

Salí al patio para relajarme un poco y tomar el sol, me senté en una banca vacía y observé a otros niños haciendo cosas de niños. Un chico que iba pasando por al frente me distrajo de mis observaciones, ¿por qué? no lo sé, es un misterio, no la respuesta, sino aquel chico, mi compañero llamado Chenle, viste ropa negra con ésta calor y además tiene el gorro puesto y no tiene cara de querer tener amigos. No me di cuenta de que lo estaba mirando fijamente hasta que sentí su mirada sobre mí sin despegarse, mi vista fue directo hacia las piedritas del suelo, ¿se habrá dado cuenta? voy a confirmar, volví a mirarlo y seguía pegada su mirada hacia mi dirección así que volví a bajar la vista hasta que él llegó al otro extremo. 

¡Oh cielos, no debí volver a hacerlo! Ahora mis mejillas se enrojecieron, puse mis manos sobre estas para cubrirlas y quizás volverlas a su color original. Seguramente es por ser el nuevo. Puse una cara de desagrado por mi deducción.

Durante todo el día no he vuelto a sentirme cohibido por aquel tipo. Y seré sincero, no fui a almorzar en la cafetería no por miedo a aparecerme junto con otros niños, sino porque no la encontré, pero me comí una manzana que traje, me gustan las frutas, especialmente las manzanas. Al término de clases cuando buscaba la salida me encuentro con la cafetería. 

-¡Rayos!- grité dando un zapatazo en el suelo por no haber encontrado el comedor antes, lo que llamó la atención de algunos estudiantes que se encontraban cerca, mejor me voy de aquí. Al encontrar por fin la salida miro el horizonte para buscar un auto verde, lo sé ¿Quién pintaría su auto con un color chillón? mi papá, pero admito que se ve muy genial. 

Fui corriendo hacia aquel punto verde, con cuidado al cruzar la calle ya que mi mamá se había bajado del vehículo, las mamás son muy preocupadas, demasiado.

-¿Cómo te fue?- me preguntó al llegar con una gran sonrisa.

-Bien, aunque me perdí un poco- 

-¿Qué tan poco?-.

-Un poquitito, ma-.

-Ahora tengo que entrar para hacer unos tramites- me besó la frente.

-Mamá, aquí no- dije tímido.

-Nos vemos más tarde, cuídate, entra luego que tu papá tiene que volver a su trabajo-.    

-Está bien, adiós-.    

Entré al vehículo y partimos a casa.

¿Qué hacer cuando estas solo en casa?

Ponerte cómodo y poner un clásico, me quedé en ropa interior, puse música y con el palo de la escoba comencé a cantar arriba de la cama.

Libre soy, libre soy 
no puedo ocultarlo más 
Libre soy, libre soy 
libertad sin vuelta atrás. 

¡Las cortinas se me quedaron abiertas! Da igual, tarde o temprano los vecinos me verán en ropa interior. Ahora Viene mi parte:

El frío es parte también de mí

Empecé a bailar, salté de la cama y comencé a hacer un video musical en toda la casa.

Al llegar mis papás preparamos la cena para comer todos juntos.

-¿Cómo estuvo tu tarde, campeón?-.

-Tranquila-.    

-Traigo buenas noticias- dijo mi mamá.

-¿Dejaré de ir a la escuela?-.

-¡No otro bebé!-.

-Cariño, no digas eso- dijo mi mamá golpeándolo con el mantel, permaneció callada por unos pocos segundos -ya conseguí empleo- dijo emocionada.

-Ufff- suspiró aliviado mi padre -Que bien, felicidades- le dio un beso en una mejilla.

-¿Y en dónde trabajas?- pregunté interesado.

-En una clínica no tan lejos de aquí. En tu escuela me encontré con una vecina, me comentó que buscaban empleados en su trabajo, en la tarde fui a ver si me podrían dar alguna entrevista de trabajo, por eso llegué más tarde y me dieron el empleo-.

Do not go • Chensung • NCT DreamWhere stories live. Discover now