PLAN

CAPÍTULO 6: SOLO UN DÍA MAS

El bip del monitor que dictaba el ritmo cardíaco de su corazón le despertó, sentía unas náuseas terribles porque lo que trato de levantarse sin éxito.

No tenía fuerzas.

Rápidamente aplasto el botón para pedir ayuda a alguna enfermera.

— Buenos días Rayan, al fin despiertas cariño— de inmediato reconoció la voz.

— Buenos días para ti también Susi— se habían hecho amigos tras los tantos días que había pasado hospitalizado.

— Nos diste un susto, por suerte llegaste a tiempo. ¿Cómo te sientes? ¿Tienes alguna molestia? —

— A tus preguntas medias tontas, 1 muy mal y 2 muchas náuseas, no puedo levantarme—

— Tranquilízate te pasare una luna cerca, si vas a vomitar úsala—

— ¿Qué me paso? —

— No lo sé a ciencia cierta, el tratante te dirá en el pase. Sabes las reglas—

— Está bien, solo dime que están bien mis bebes—

— No lo sé, eso espero. Trata de descansar te hará bien—

— Si ya sé, si tengo alguna otra molestia te digo perdón por molestar—

— No pasa nada es mi trabajo, te han estado checando a ti y los bebes así que mejor aprovecha—

— Oye una pregunta más, en que habitación estoy—

— En la 21 B, tienes un compañero algo especial. Duerme—

— Tan mal estoy...—

— No pienses en eso, era la única cama disponible—

— Está bien, voy a descansar me siento muy somnoliento—

— Sera lo mejor, cualquier cosa estamos pendientes—

— Gracias Susi, descansa— estaba tan cansado, tenía un poco de curiosidad por saber quién era su compañero, pero no podía mantener los parpados abiertos.

Un hermoso y lujoso castillo se mostraba en la cima de una colina, le recordaba a Harry Potter más concretamente Hogwarts. Que tonto sueño. Tal vez no debía haber leído la saga entera toda la semana pasada. Un bosque frondoso a su espalada, un puente por el cual presumía se dirigía para atravesarlo, llevo sus manos a su abdomen donde se encontraban sus bebes, aunque algo más pequeño. No sabía que, hacia ahí, pero era hermoso y sentía mucha paz.

Si definitivamente sería un lindo lugar para vivir.

Un movimiento lo trajo de nuevo a la realidad. Alguien le tocaba insistentemente el hombro.

— Rayan, Rayan... ya amaneció, tu desayuno está servido—

— Gracias Marco, por despertarme de un lindo sueño. Tan amable como siempre. Crees que tengo apetito—

— No pero, tienes que obligarte, tus bebes necesitan el alimento—

— Aguafiestas...—

— De nada, come no tienes el letrero de NPO y sabes que ya mismo pasan visita, te van a regañar si no colaboras—

— Si como digas— vio a Marco irse, uno más de sus nuevos amigos y procedió a tomar su avena, tal vez no estaba tan mal después de todo no sentía dolor y le dejaban comer, si tuviera que hacerse una cesárea le habrían prohibido comer algo, aun se mantenía monitorizado y con una intravenosa. Se bebía sin muchas ganas su vaso de algún jugo que no le sabia a nada, recién caí en cuenta que había, además de su compañero durmiente otros 2 alfas que lo vigilaban, asumía que, por el aspecto de ellos, eran guardaespaldas y el chico debía estar muy delicado por su cartel de NPO. Se veían peligrosos por lo que no cruzo palabras e hizo como que no los vio.