CAPITULO 3: POSITIVO

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Es ahora o nunca me dije a mi mismo.

—Caleb. Tú si puedes. Tú si puedes — pero, que mierda estoy diciéndome a mí mismo.

Debo dar la cara alguna vez.

Deja de ser un quejicas, marica.

Te gusta por atrás pero, eso no te convierte en un marica.

Claro que no.

— Haber vas a ir y plantarte ante tu padre y madre y decirles claro y fuerte "felicidades van a tener un nieto "— eso es todo. Me dije muy seguro ante el espejo que tenía en frente a mi aunque, la cara de miedo que tenía era de espanto.

Ni que fuera un niño.

Soy un adulto.

Un adulto con dinero.

Un adulto con dinero y que hace lo que le viene en gana.

Maldición entonces porque, me da miedo decirlo en voz alta. Que mi plan estaba tal y como lo quería.



Tras el rodaje que ni me di cuenta cuando había terminado, desperté todo bien envuelto y calentito por un brazo grande y musculoso que reconocí al instante.

Cada parte de ese adonis del cual quería una parte lo tenía grabado en mente y ahora en mi cuerpo.

Retire con cuidado ese brazo y me desplace como un gusano fuera de la cama.

Era hora de despertar de la fantasía.

Me regrese a ver al Dios durmiente, que yacía profundamente dormido. Me reí un poco al pensar que no solo lo deje agotado sino también seco.

Si muy seco. Cuantas veces nos habíamos corridos.

Yo perdí la cuenta.

Habíamos pasado teniendo sexo 2 días enteros.

Podía sentir todo ese aroma de macho impregnado en mí y también esa cosa viscosa llamada semen en mi parte trasera por lo que me dirigía a darme un baño. Sin embargo, cuando vi que mi adonis abrió los ojos.

Me quede paralizado y muy quieto sin hacer ruido.

Y nuevamente vi que sus ojos se cerraban lentamente, cuando pareció estar totalmente dormido no me lo pensé dos veces para escapar.

Salí de puntitas y cerré la puerta sin hacer ruido.

No iba a tentar la suerte.

Me sentía muy sucio por tanto fluido en muchos lugares.

Pero, ni modo.

Me subí a mi coche, muy dolorido.

A penas podía caminar y ni que digamos sentarlos.

Espero que haya pagado la cuenta porque literal me fui y ya.

Un folla y vete prácticamente.

No sé, como resistí llegar a mi departamento, donde me prepare un delicioso y renovante baño de espuma en la tina. Me limpie bien concienzudamente cada rincón de mi cuerpo y dormí plácidamente hasta el siguiente día y mas también.

Ya dije hago lo que quiero. Porque aunque no lo crean soy el jefe de mi laboratorio.

Sino quiero ir no voy y nadie me dice nada.

Aunque nuevamente nadie me crea soy muy pero, muy inteligente lo que llaman un genio.

Ya sé lo que piensan guapo y sexy porque también inteligente y rico en muchos sentidos.

PLANWhere stories live. Discover now