Friends (Auryn & CD9)

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Me desperté con una sonrisa. Esta había sido una buena noche.

Miré a mi lado. Mi novio dormía profundamente con una media sonrisa en la cara. Sobré de ternura mordiendome el labio inferior. Tenía su brazo puesto por encima de mi cintura. Me deshice del agarre y me puse una de sus camisetas para ir a hacer el desayuno.

Era en momentos como este en los que me daba cuenta de lo enamorada que estaba.

Hice unas cuentas tostadas y saqué la mantequilla y la mermelada. Exprimí unas naranjas para hacer zumo y a mi me saqué un bote de granini, porque soy así de especial.

Entré en la habitación de nuevo para despertar a Alonso, pero lo vi sentado en la cama, apoyado en el cabecero, con la sabana tapándose las piernas y sin camiseta. Me sonrió cuando me senté en el borde de la cama.

-Pagaría por verte así cada mañana el resto de mi vida.-Dijo mirándome de arriba abajo con su camiseta puesta.

-No digas eso delante de nuestras madres o si que acabaremos casados por obligación.-Reí besándole.-El desayuno está listo Romeo.

-¡Oh, nena!-Exclamó riendo.-No creo que Romeo pueda superar lo que Villalpando te hizo anoche.

-Alonso por favor...-Dije poniéndome colorada.

-Tu empezaste ayer.-Me guiñó un ojo y me dio un pico en los labios.

Me mordí el labio viendo como se sentaba en la mesa a desayunar. Sonreí soltando un suspiro. Yo no sería nada sin Alonso.

Me senté delante de él y empecé con el desayuno.

Ainhu

-Es una mala idea.-Dije con el teléfono en la mano.-¿No recuerdas lo que pasó, mamá?

-Cada día, amor.-Contestó ella.-Pero esto no lo hago por Dani. Lo hago por mi nieta, ella se merece saber que su padre la quiere.

-Carla está mejor sin saber qué el idiota de su padre, el cual, junto a sus amiguitos, decidieron destrozar la vida de unas pobres chicas.-Dije.-Ella está mejor sin él.

-Eso no lo sabes.

-¡Soy su madre!-Grité.-¡Yo se lo que es mejor para ella! ¡Y él intentó quitarme a mi niña! ¡Y me arruinó la adolescencia dejándome sola! ¡ÉL NO SE MERECE NADA DE ELLA!

-Ainhoa calmate, por favor.-Pidió mamá.-¿Crees que es mejor para Carla vivir su vida pensando que su padre no la quiso? ¿Qué la abandonó? ¿Qué nunca intentó verla? No es justo para ella, y si de verdad sabes lo que es mejor para tu hija, harás caso a alguien que también fue madre adolescente.

-Papá estuvo contigo en todo momento, no me compares la situación.-Dije enfadada.

-Te enseñamos lo que era mejor para ti ver.-Tragué saliva.-Tengo que ir a trabajar.

La llamada se cortó y miré a Jos sentado en mi sofá.

-¿Que vas a hacer?-Preguntó.

-No lo se...-Se levantó con una mueca triste.-¿Y si es verdad? ¿Y si lo que estoy haciendo es de mala madre? ¿Y si soy demasiado egoísta? ¿Y si la que no se merece a Carla soy yo?

-Oye, oye, escúchame.-Jos me cogió por los hombros.-Eres una madraza, Ainhu. Te mereces a Carla y a cada buena persona que pase por tu vida. Eres genial y Carla sabe que todo lo que haces es para protegerla.

-Jos, no puedo hacerle daño.-Dije empezando a llorar.-No me lo perdonaría nunca.

-Ven aquí, ven.-Jos abrió sus brazos y me refugié en ellos pensando en lo que mamá había dicho.