País: Argentina
Genre(s):
Melodic HardcoreFor Fans Of:
Being As An Ocean, Capsize, Hundredth.Argentina es el perfecto ejemplo de que las cosas son posibles, sin meterme en otro entorno que no sea relativo a RTMB, mis palabras se enfocan totalmente en el ámbito musical, más específicamente en todo ese movimiento que tenga que ver o haya nacido del hardcore punk de hace años.
El país sudamericano ha sido clave en el apogeo y perseverancia de un género que, si bien tiene asentamientos muy marcados en otras partes del mundo y ya ha dado el último paso hacia el reconocimiento masivo, en gran medida sigue siendo todavía underground pero ya reconocido y aclamado en muchísimos rincones de la parte sur y centro del continente americano. No cabe duda de que este país viene siendo la capital indiscutible de la escena latina desde hace años, por movimientos que cimentaron tan bien la cosas en su tiempo, recientemente hemos podido disfrutar de bandas tan grandes como por ejemplo Deny, Melian y Valor Interior, por nombrar algunas.
Uniones es una banda relativamente nueva, sus inicios datan de apenas hace un par de años, ese 2015 que aparte de marcar la fecha de su nacimiento, también fue el punto de partida al haber lanzado su primer EP, el cual llevó su mismo nombre y que en 6 temas mostró una gran capacidad que se vería mejorada ahora con este, su álbum debut de larga duración de nombre Los Vacíos Que Todos Ocultamos. Más especial por el hecho de que me parece una banda como pocas, si bien se basan en algo ya plenamente establecido en otras zonas, en español no me había tocado escuchar algo así más de las veces que puedo contar con los dedos de una mano, que lo intentaran y lo lograran de esta manera tan excelsa. Los chicos tienen experiencia, algunos con un pasado con movimientos importantes y esa es la razón por la cual decidieron crear esto, hardcore melódico, sin miedo y con una confianza por los cielos.
De lleno en el álbum, la fotografía en la portada, captada por Guido de la Vega, nos pone en total perspectiva el tema en el cual girará LVQTO (por sus iniciales), fuera de algún tipo de sorpresa, el melodic hardcore se verá interpretado en una de sus formas más usuales por ser una de las más fuertes y con mayor alcance hacia la gente en cuanto a una relación personal se refiere, los problemas personales y las emociones que pueden terminar en tragedia... sin adelantarnos, vamos a analizarlo.
Vamos con el primero que, a diferencia de algunos álbumes que he escuchado donde la cuestión es analizada y progresivamente se va uno adentrando en éste, Perdido ya nos tiene sumergidos en la inquietud de encontrarnos así como su título lo dice, con una desesperante sensación de caer a un vacío por no poder abstraer aflicciones del pasado, sutil entrada que arremete en un ritmo digno de un two-step agresivo para ir desahogando las penas. Mi Fuego, Mi Infierno es (como todo el álbum) algo muy personal, de verdad uno se siente identificado con algo así, como sumergido en un pozo oscuro lleno de unas aguas hirvientes que además de ahogarnos arden en nuestra piel, simulando la sensación infernal de la desesperanza y la auto-decepción, junto a un fino corte melódico al estilo de BAAO, muy pintoresco. En un retrato mucho más lúcido de un problema de esta índole y en un tema más agraciado por las voces limpias (tiene hasta frases en spoken word), en Angustia nos hacen ver que no hay una opción que sea mejor que la otra, vivirlo fuera de nosotros mismos o enganchados conscientemente al inescapable sufrimiento al rememorar nuestros errores del pasado, ese miedo incesante que nos consume prevalece en ambos casos, pésima situación.
El trabajo lírico emotivo se hace notar desde esa acertada elección de sus títulos, El Derrumbe De Lo Que Amamos es algo así como una recapacitación de los sucesos que han conformado la persona que somos al instante de caer, un tono más leve en los cleans del coro, un breakdown generoso y esos toques electrónicos acompañan todo hacia un fin melancólico abrumador. Salvador indaga en la lamentación de los hechos irreparables, nuevamente con destellos de un bello spoken word (totalmente en español, como en todo LVQTO) y esos gritos desgarradores propios del género, donde se plantea la idea de una leve esperanza de poder seguir adelante, sin dejar el desconcierto y confusión; una posible aceptación como un intento de redención. El primer feat lo encontramos en Esclavo, con Adrian Pivetta (Vientos) aportando para tener una mayor variedad de voces, un tema de total desesperanza ya más clavado hacia un pensamiento suicida, a forma de dedicación para hacerle saber a alguien el hundimiento personal por el que estamos pasando.
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Bandas Post-hardcore En Español
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