Chloé ama a Nathaniel {Miraculous Ladybug/Nathloe}

Adiós, Nathaniel (Final parte I)

Durante aquellos seis meses Chloé se había hecho a la idea de que Nathaniel salía con Marc, y que no la quería (eso había dolido, oh sí­, como clavarse cristales en el alma). Al principio se habí­a deprimido, aunque después había intentado seguir con su vida, sólo para acabar asumiendo mucho más tarde que eso no iba a poder ser, que aquel suceso la había destrozado.

Ella sabía que seis meses era un tiempo más que razonable para haberlo superado, ciertamente lo sabí­a, mas sin embargo el dolor seguía allí siempre que aparecía algo de luz en su vida, igual que una sombra.

Un día se levantó y tomó la decisión de casarse, con aquel muchacho que su padre había escogido para ella. No pretendía volver a enamorarse, sólo quería una excusa para no volver a amar nunca más, y un marido por conveniencia sonaba como una gran idea para ese fin. 

La idea, sin embargo, nunca consiguió hacerla feliz, lo que tampoco la hizo recular. Chloé Bourgeois siempre tenía que llegar hasta el final, fuesen cuales fuesen las consecuencias. Sabrina, por mucho que le había llorado y suplicado, tampoco consiguió persuadirla. Con su prometido las cosas podrían haber funcionado si no fuese por un pequeñísimo detalle: ambos estaban enamorados de otras personas. Él chico había sido educado, caballeroso y afectuoso con ella, además de muy claro sobre sus sentimientos por aquella otra mujer cuyo nombre Chloé no recuerda con exactitud. 

El anuncio del compromiso fue el gran bombazo del año en todo París. La fiesta del compromiso había estado llena de famosos, de gente importante, estrellas, políticos... hasta Gabriel Agreste se dignó a aparecer en aquella pomposa celebración junto con su hijo Adrián. Adrián habló con Chloé durante la fiesta y, una vez lejos del gentío, Chloé le abrió su corazón y confesó sus sentimientos por el artista pelirrojo. Adrián la miró con seriedad y le dijo que no se casase, le pidió que lo cancelase todo.

Pero Chloé Bourgeois siempre tenía que llegar hasta el final.

El día de la boda ella estaba hermosa, radiante y tenía una falsa y ensayada sonrisa en sus labios. No estaba preparada para lo que ocurrió. No, Nathaniel no apareció para impedir la boda y jurarle amor eterno... de hecho la ausencia notable de ese día fue el novio.

Chloé Bougeois tuvo que soportar la humillación de haber sido plantada en el altar.