Profanación

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El intenso rojo del fuego habia cobrado vida, danzando por todo el cuerpo de la chica; quería verla arder, quería verla gritar, quería verla sufrir.

Habia sido un juguete sumamente entretenido por un tiempo, pero habia llegado a su fin como el de todos sus juguetes anteriores a ella.

Al principio siempre le era muy divertido jugar con ellos, pero eventualmente después de un tiempo, perdían su belleza; y él su interés en seguir torturándolos.

Aunque tenía que admitir que la pelirosa en particular, le habia entretenido más que otros, desde que se la encontró en el bosque y jugo a ser su amigo, ganándose su confianza, para que le llevara al rubio, hasta cuando le hizo creer que estaba interesado en ella, rompiéndola psicológica y físicamente.

Cada uno de aquellos momentos los habia disfrutado deleitándose, con las torturas que le provocaba. Sin embargo el turno de Sakura habia terminado.


Sai habia pasado de ser uno de sus amigos más cercanos, a convertirse en un completo desconocido, no le interesaba en lo más mínimo lo que pasara en la vida de su examigo y aun así, cuando escucho a Hinata comentar que habia visto en las noticias que Sai habia desaparecido. Al igual que con la desaparición de Sakura sintió una pequeña punzada de culpa.

Tan solo unos cuantos días atrás habia visto a Sai en una cafetería y afuera de su instituto esperando a su hermanastro, el susodicho habia ido con claras intenciones de molestarlo, pero se veía tal y como lo recordaba en los días que solían ser amigos. Se le hacía un poco extraño que este hubiera desaparecido tan repentinamente al igual que Sakura.

Y de pronto, súbitamente casi como si hubiera sido golpeado por un rayo, no pudo evitar relacionar, las desapariciones con su hermanastro.

Debido a que tanto Sakura como Sai, la última vez que los habia visto, estos, habían estado en compañía del rubio.


Enterarse de la desaparición de Sai, habia sido una sorpresa para él, una sorpresa nada grata, el chico no le agradaba del todo pero aun así, su repentina desaparición, le dejaba una extraña sensación que no podia descifrar.

Podia imaginar como en cualquier momento, su hermanastro iría a cuestionarlo sobre la desaparición de Sai, y aunque él no sabía nada al respecto, no podia negar que aquello era muy raro.

Era sumamente curioso, que Sai desapareciera, solo unos cuantos días, después de haberse conocido.

Y por primera vez, aunque no quería admitirlo Sasuke tendría razón en ir a querer buscar respuestas en él. Respuestas que no tenía. Ya que al igual que nunca habia tenido información sobre la desaparición de Sakura del mismo modo no sabía la causa de la desaparición de Sai.


La mayor parte de la mañana, contuvo la curiosidad que sentía por preguntarle a su hermanastro sobre la desaparición de su examigo. No estaba muy seguro de obtener una respuesta. Ni siquiera estaba seguro de que respuesta esperaba recibir, pero aun así, una pequeña parte de él, sentía la imperiosa necesidad de preguntarle a Naruto por la desaparición de este.

Así que no espero más y en cuanto sus clases terminaron, busco a su hermanastro.

Lo encontró en compañía de Gaara e Ino. Y antes de que tomaran camino, se acercó a ellos y tomando ligeramente el brazo del rubio dijo—podemos hablar un momento.

Naruto lo miro con resignación e hizo un rápido gesto con la mano para que Gaara e Ino continuaran con su camino.

Sus amigos asintieron y enseguida que empezaron a avanzar con lento andar. Naruto rompió su agarre y mirándolo a los ojos, como si de antemano tuviera conocimiento de lo que le iba a preguntar dijo—Yo no sé nada de la desaparición de Sai.

La habitación del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora