Ahora que te has asentado, creemos que sería buena idea evaluar a que nivel perteneces, Michael.-
Esas palabras habían sido bastas para que Langdon supiera que algo interesante estaba por venir para el.
Solo que, tu pediste un cambio de planes mostrándonos a Polaris, ¿Estará mal si los evaluamos juntos?. - Preguntó Henry, llegando a su lado, el corazón de Michael comenzó a bombear con más fuerza mientras sentía su estómago comprimir, había pasado un largo mes desde aquel día que Polaris llegó y no la vio por órdenes estrictas.
La extrañaba lo suficiente como para querer matar a todos los que le negaban el verse.
Su cuerpo volteo con rapideza al momento en que aquel familiar aroma inundaba su nariz, todo en el se calmo, todo en el se relajo.
Frente a él estaba aquella chica que siempre lograba calmar todo su ser con una sola mirada, y podía alterar todo en el con una sola acción.
La chica más hermosa ante sus ojos, la única de la cual podría sentir algo más que un solo odio. Aquel ser que había logrado hacer caer un demonio por ella.
La amaba, pero no soportaba verla bien.
Sin embargo, Langdon sabía que ella poseía algo que él siempre anhelo desde que supo quién era. El era el único en saber ese secreto después de que su padre le susurrara miles de palabras al aire, el había encontrado la clave para su dominio.
Vamos a entrenarlos para poder pasar las 7 maravillas.- Hablo Behold mientras caminaba aún lado de la chica de cabello verde, quien tenía la sonrisa más hermosa que Michael había visto jamás.
Sin embargo, todo en Michael se detuvo al escuchar aquellas palabras.
Lo siento, profesores, pero ella no lo hará.- Decretó Michael robando la sonrisa completa de la cara de la chica frente a él.
Sus labios habían caído de forma tan rápida mientras procesaba las palabras de Langdon.
Cielo, yo.. No se que dices pero lo haré.- Respondió Polaris mientras se acercaba a él y tomaba su mano entre las de ella.
Michael evito el toque mientras tomaba el codo de la chica.- disculpenos un pequeño momento.
Sin soltar el brazo de la chica, comenzó a salir mientras jalaba sin cuidado el cuerpo de la chica, llevándola por algunos pasillos de la gran escuela de hechiceros.
Polaris comenzó a notar como la mano de Langdon aplicaba con cada paso, fuerza sobre su brazo comenzando a lograr que este ardiera.
Mich... Me estas lastimando un poco.- Hablo, y sin esperar respuesta alguna, todo su cuerpo había impactado fuertemente contra una de las paredes de los pasillos de la habitación de Langdon.
Su cuerpo tardo en reaccionar ante aquel tremendo golpe que había recibido, logrando desastabilizarse.
Su mente confusa no lograba procesar ninguna de las acciones que Langdon estaba haciendo contra ella, hasta que sintió como su mejilla izquierda ardía y su cara se volteaba con gran fuerza.
Sus oídos pasaron de escuchar aquel horrible pitido a ver los labios de Langdon moverse, sintió como sus lágrimas corrían por sus mejillas, sin embargo, no emitía palabra alguna, no era consiente de alguna acción que sucediese a su alrededor o si quiera de poder controlar su cuerpo.
Observó los movimientos de Langdon frente a ella, viendo como este volvía a levantar su mano, dispuesto a golpear la mejilla de la chica de nuevo, Polaris solo cerró los ojos en espera de aquel golpe.
Sin embargo, lo único que llegó, fue la oscuridad en la que su mente se dejó caer.
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