Touch

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"Una mano se posa en mi mejilla derecha,mientras estoy durmiendo.Un tacto suave,ligero.

Me deja una sensación agradable sobre la piel,mientras sigue acariciando desde mi frente hasta mi cuello con lentitud.

Su mano está cálida,pero aún así consigue que mi piel se erice.Escucho una tenue risa,por la reacción que tiene mi piel ante el.

Puedo escuchar como murmura algo,pero mis ojos aun siguen pegados entre ellos,y me está costando horrores despertarme,juntando sus caricias y el cansancio que tengo ahora mismo.

En un último intento de despertarme del todo,cierro con fuerza mis ojos mientras me desperezo.

Nada más abrir mis ojos,me encuentro ante un dios griego albino que me observar con sus ojos rojos,casi del color de un rubí, y con el torso desnudo,mientras que una fina sabana apenas le tapa a la altura de la pelvis,en la que se puede ver algún bello púbico.

Me recibe con una sonrisa ladeada,suficiente como para hacer que mi cuerpo entre en un estado de ebullición.

-Buenos días...Te he despertado?-comenta mientras dirige una de sus ágiles manos a mi cintura.No mueve la mano de allí.Simplemente,acaricia con su pulgar esa zona mientras sus ojos perforan mi alma.

-Si,pero no pasa nada.Tus manos son muy suaves...-comento en voz baja,mientras acaricio de la misma manera su brazo.

Zen sigue con su mirada mi mano,que recorre con lentitud un pequeño camino,desde su brazo hasta su pecho desnudo.Puedo notar como su piel reacciona con mi tacto también.

Suelto una pequeña risita al comprobar la vulnerabilidad que tienen nuestras pieles al contacto con el otro.

-Ven aquí...-murmura colocando su mano en mi espalda baja,acercándome a su cálido cuerpo.

Apoyo mi cabeza en la parte baja de su cuello,mientras Zen acaricia mi espalda,creando dibujos inventados haciendo que todo mi cuerpo entre en un estado de calma total. Mientras
su acompasada respiración y los latidos de su corazón,de cierta manera crean una melodía.

Ambos cerramos los ojos,envueltos por las sábanas de nuestra cama,queriendo pasar allí el resto del día.

Juntos.

Nada más.

La presencia del otro siendo suficiente para hacernos sentir que pertenecemos de algún modo,el uno al otro y que allá donde se encuentre la otra persona,será nuestro hogar.

Un pequeño murmuro sale de mis labios formulando algo parecido a "Te amo".Zen se limita a coger una de mis manos y besar la palma interior de mi mano,dejandome una de esas imágenes que te gustaría capturar y verla todas las mañanas al despertar.

Sus ojos atrapan los mios de nuevo mientras ladea una sonrisa,haciendo que se me ponga la piel de gallina.Siento la enorme necesidad de besar sus suaves labios,así que sin demorarme más,los atrapo entre los míos.

Es increíble cómo encajan el uno con el otro.Como si cada vez que nos besaráramos,se fueran acoplando más el uno al otro.

Sus manos pasean con lentitud por todas las curvas que posee mi cuerpo, creando de nuevo esa sensación agradable de cosquilleo que provoca un repentino escalofrío que me cala desde la punta de mis dedos del pié hasta la cabeza.

-Que te apetece que hagamos hoy, princesa?-murmura Zen dejando un pequeño rastro de besos por mi clavícula.

-Hm...No se...Que tal quedarnos aquí toda nuestra vida?-contesto sonriendo ligeramente mientras acaricio su largo pelo,que se escurre entre mis dedos.

Zen suelta una carcajada, dejándome notar como su cavidad pectoral se contrae contra mi cuerpo.

-Yo creo que te acabarías aburriendo de mi al final.- comenta-Ay de mi! Que haría yo si eso pasara!?-se lamentó de manera dramática.

Encarqué una ceja mientras ladeaba una sonrisa.

-Como esperas que me aburra  saliendo con alguien tan maravilloso como ?-

Zen me dedica otra de sus famosas "sonrisas seductoras".Las mismas que usa en sesiones de fotografías o en los escenarios de sus obras.La misma que provoca que cientos de personas caigan rendidas ante sus encantos.

Esa sonrisa seductora que tantas veces me ha impulsado a hacer locuras, simplemente por el hecho de mi impulso natural de querer pasar el resto de mi vida con el,compartiendo todos los momentos posibles.

-Eres tan bello...-murmuro mientras observo sus fracciones de nuevo,fijándome en cada detalle que posee su cara.-Nunca me cansaré de decírtelo,y sé que tú tampoco de escucharlo,pero no puedo evitarlo.Cada vez que te veo me derrito...-

Su cara adquiere un ligero color rojizo a la altura de sus mejillas.

Zen está claramente acostumbrado a los halagos de la gente,pero los halagos que más le gusta escuchar són los míos,por qué el sabe que soy yo la que mejor le conoce y la única que ha descubierto al verdadero Zen por completo,sin dejar ningúna parte de su piel sin descubrir.

La que sabe sus defectos,secretos,complejos y inseguridades.Y también sus virtudes.Sus millones de virtudes.Las que a veces es incapaz de ver por sus tremendas inseguridades.

Pero siempre estoy allí para recordarle que parte de su perfección está en sus defectos, y que la mejor manera de lidiar con nuestras inseguridades, es reconocer que son parte de nosotros y, que ellas, de cierta manera son necesarias por que son una parte de nosotros y sin ellas no seríamos lo mismo.

Acaricio de nuevo su cara con mi mano, y el deja caer el peso de su cabeza sobre esta mientras cierra los ojos.Y yo con el.

Separa su cara de mi mano, y pasa sus brazos por mi espalda baja para acercarme a él,mientras yo acaricio con ternura su largo pelo albino.

Y nos dormimos. El uno en los brazos del otro. Sintiendo el calor que emana el cuerpo del otro.

Sin prisas. Sin ningun plan para el dia mas allà de disfrutar de la compañía del otro."

Senses [Zen Mystic Messenger] © (ACABADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora