Hear

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Desde que conozco a Zen,siempre he admirado con devoción su capacidad para adaptar su registro vocal a cualquier canción y aún así hacerla,de cierto modo única a pesar de haber sida compuesta y interpretada por otras personas con anterioridad.

Zen tiene el don,entre muchos otros,de darle su propia versión,llegando a mejorar incluso a la versión original.

Por ejemplo,en este mismo momento con la conocida canción 'Let Her Go' del grupo Passenger*.Una canción romántica,y que se acompaña de instrumentos muy clásicos como la guitarra acústica,que a pesar de su simpleza,tiene la capacidad de hacer sentir al oyente empatía o hacer sentir incluso lo mismo que sintió el compositor.

La dulce y melódica voz de Zen,se filtra por mis oídos,haciendo incluso que se me ponga la piel de punta,ante las notas en las cuales hace vibratto.

Me remuevo ligeramente en el regazo de Zen,en el que me encuentro en este momento,mientras estoy siendo profundamente deleitada por este ángel caído.Noto las vibraciones de cada nota que entona,recorriendo su cuerpo.

Este,definitivamente,es uno de mis momentos favoritos del día.Cuando Zen vuelve de trabajar y después de cenar y de ducharnos,nos tumbamos los dos en el sofá y me recita sus líneas o simplemente me canta canciones que sabe que me encantan.

Desde mi posición,levanto ligeramente la vista encontrándome con sus ojos rojos mirándome.Tras de esa mirada no hay ningún sentimiento en especial.Simplemente me observa.

Sabe que amo escuchar su melódica voz,y que deseo atesorar estos momentos que siempre compartimos,en mi memoria.

Una dulce sonrisa se asoma por su rostro,mientras sigue cantando.Ese simple jesto provoca que le imite, inconscientemente.

Mi mano se dirige con lentitud hasta su mejilla mientras la acaricio con suavidad con mi pulgar.Zen deja caer ligeramente su cabeza en la zona donde está mi mano.Ahora puedo notar mejor las vibraciones de sus cuerdas vocales,que invaden desde la punta de mis dedos hasta mi pecho.

Me doy cuenta de que la canción está acabando ya,así que decido cerrar los ojos mientras quito la mano de su mejilla.Noto su mano acariciar mi pelo corto con cariño.

Un vago recuerdo de el día en el que volví a casa con mi pelo,por la altura de mis hombros,llega a mi memoria.

Zen me miraba con los ojos abiertos de la sorpresa.Enseguida se acercó y empezó a llenar mis oídos de sus halagos.

Zen siempre ha sido el tipo de pareja que se preocupa y que tiene muy en cuenta recordarle a su pareja diariamente que es igual ,o incluso más,perfecto de lo que lo és el(algo realmente sorprendente viniendo de el).Es muy consciente de su propia belleza,pero justamente por eso siempre quiere dar a entender que su pareja(véase yo)sienta lo mismo.El,mejor que nadie,sabe lo que es no tener autoestima y ahora que ha recuperado la confianza en sus propias virtudes quiere que me sienta del mismo modo.Cómoda y a gusto conmigo misma.

Las últimas notas salen ya de su boca,dejandome un sentimiento de calma total inundando mi cuerpo.Me reclino un poco,mientras que me coloco a horcajadas encima de este dios griego.Su mirada mantiene la mía,esperando a ver cual es mi siguiente movimiento.

Sonrío de manera ladeada mientras le abrazo con calidez a la altura de su cuello y le lleno de pequeños besos su perfecto rostro.

Zen recibe el cariñoso gesto encantado,mientras rodea mi cintura con sus dos brazos.

-Te ha gustado?-murmura mientras deja un pequeño beso en mi coronilla.Coloco mi cara entre el hueco que hay entre el cuello y la clavícula.

-Tu que crees?Lo disfruto siempre.Es como si puediera tener un concierto privado todas las noches con mi cantante favorito.-contesto acurrucandome más entre su cuerpo.

Zen me apreta más hacia el,en forma de respuesta.

-No sé cómo lo haces,que siempre consigues decir justo lo que necesito que me digas.- susurra a la altura de mi oído en un tono tenue.Noto que tras sus palabras tiene una sonrisa en su preciosa cara.

-4 años no pasan así como así.-contesto recordando con nostalgia estos últimos cuatro años llenos de momentos inolvidables.-A demás,sabes que no te lo digo por que lo necesites.Te lo digo por que es verdad.-comento levantándome un poco,quedando a su altura,justo haciendo que nuestros ojos se miren de nuevo.

-Si.Lo sé.-contesta sin apartar ni un segundo la mirada. Sonrío de nuevo mientras coloco mis dos manos en sus mejillas,acercándole cada vez más a mi.

Sin demorarme más,beso con cariño sus labios.Acariciandolos.Demostrandole mediante ese beso lo que me ha gustado que me cante de esa manera.Solamente a mi.Sin la presión del escenario.Sin practicar para perfeccionar su técnica.Cantando por gusto.Para enseñarme cómo va mejorando.Sabiendo que yo nunca le juzgaría si lo hace mal.

Queriendole como sabe que nunca he querido a nadie,y dandoselo a entender de alguna manera,mediante ese beso.

-No dejes que nunca nadie te apague la voz,y si hace falta que la levantes contra todos,hazlo.Demuestra tú potencial y callales a todos la boca cuando duden de el.-dije acariciando con mis dos pulgares sus mejillas.Esa era una cita que me repetía mucho mi madre,la cual yo también le repetí varias veces a Zen en momentos de debilidad o de tristeza.

Zen asintió con seguridad antes de darme otro pequeño beso.

Y su voz volvió a acariciar mi cuerpo de arriba a abajo durante el resto de la noche.

Senses [Zen Mystic Messenger] © (ACABADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora