Mordecai puso los brazos delante, los tenía que ponerlos frente porque no tenía otra forma de cubrir sus partes mientras ella le tallase, ¿cuándo le había importado estar desnudo alguna vez?
Metió sus hombros, amplió su espalda, su amada así podría tallar cualquier zona. Mordecai estaba apenado, no podía levantar su rostro, sólo conseguía arrastrar su mirada por el suelo, pero tenía una enorme sonrisa que Margarita no podía mirar, estaba emocionado, algo bueno para él estaba por pasar.
Margarita le encantaba soltar espuma y verterla sobre sus manos, no evitaba mirar por pequeños instantes la espalda del arrendajo, sus anchos hombros, la delgada extensión de su torso, los deseaba intensamente, se sintió tan bien cuando ella pasó ambas manos sobre la esponja para tallar encima de él.
Quería sentirlo, tocarlo y servir a como diera lugar. Mordía su pico, entregó su mirada y jamás perdió la vista en él por ningún momento.
Tomó sus brazos, Mordecai había sentido su tacto, cerró los ojos, sintió su cálido y suave agarre, comenzó inmerso a dejarse absolutamente llevarse por sentirse mandado, conducido, limpiado. Al relajarse, sacó su lengua hacia afuera y estaba sonriendo, Margarita tallaba y tallaba, se sentía tan rico el tallado y el masajeo de sus empapadas plumas contra la viscosa esponja que Mordecai incluso levantaba sus brazos, rogando por más.
Margarita empezó a conducirse por el instinto de Mordecai, notó su estúpida sonrisa y su lengua salida, sin darle importancia, Margarita lo tenía dominado.
Sí levantaba su brazo, él se dejaba, así que fácilmente, Margarita tuvo la facilidad de lavarle los brazos sin ningún problema, Mordecai no dejaba órdenes, Margarita talló sus axilas, puso sus manos en su pecho y los sostuvo por quince segundos, los cubrió completamente de espuma, y hasta incluso llegó a tallar su abdomen, esta miraba confundida, hasta qué punto podía llegar a dejarse, volteaba hacia arriba nerviosamente, con timidez a ciertas libertades, debatiendo sí podía continuar o no, debido a que Mordecai no respondía a nada, tenía el mismo rostro de hace segundos atrás, su mente estaba en blanco, pero su rostro sonriente podía hacerle saber que estaba sintiendo mucho más.
Margarita encomendó a bajar su rostro y se detuvo al encorvarse, su rostro se encontraba al nivel de su pecho y lo miró con curiosidad, el jabón comenzaba a escurrirsele hacia abajo, volteó rápidamente, echó una mirada y observaba sus manos cerradas, levantó sus ojos y continuó tallando, esperando que Mordecai no lo notase, este le abrió los ojos, no podía contenerse:
"Oh Dios, eres buena haciendo esto..."
"G-Gracias... Mordito no debe estar sucio." Margarita rezaba para que no siguiera apenandola:
"Esta es la ducha más relajante que he tenido..."
"¿Qué?"
Margarita se sonrojó, miró con pena continuando restregando:
"N-no, no e-es para tanto, Mordito..."
"Mordito..." soltó una risa y sonrió mostrando sus perlas blancas en su pico:
"¿Desde cuándo me dices Mordito?" su voz temblaba y no dejaba de reír, su rostro estaba sonrojado. Margarita tragó saliva. A Mordecai no sólo se había adormecido su lengua, también parecía decir todo lo que mente tenía encima.
Margarita moría de ternura cuando le sonreía, juraba que iba a morir.
Pero no tenía respuesta. No podía seguir con esto. Continuó tallando:
"Uh huh, relajase entonces, déjate llevar ... sólo, cierra los ojos."
Mordecai lo hizo, ¿¡por qué no borraba su estúpida sonrisa!? Margarita estaba por perder la cabeza.

ESTÁS LEYENDO
Sólo por un Café (Un Show Más: MordecaixMargaret)
Fiksi PenggemarSirve una taza de café y prepárate para un fic MordecaixMargarita.