Capítulo IV "Nuestra primera Peda"

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Escena 4

Como era común en fin de semana, los chicos se encontraban en plaza expiatorio con sus amigos, y como no podría faltar siempre hablaban sobre ir a una fiesta, que en resumidas palabras se le dice PEDA, a donde vas a charlar mientras bebés alcohol y terminas ebrio. A los chicos no les gusta este tipo de cosas porque ellos no beben y no les gusta estar encerrados en un cuarto con tantas personas, osea una fiesta.

De pronto el dueño de la casa mencionó hacia donde sería, casualmente quedaba a dos cuadras de casa de Diana, cosa que les llamo la atención porque así podían regresar sin pagar nuevamente trasporte, pero aun estaba el dilema de "no me gustan las reuniones de alcohólicos".

—¡No manches, se me había olvidado! - Dijo Diana tocando rápidamente el hombro de Alejandro

—¿Qué? - Dijo con medio hígado en la garganta a tan repentina cosa

—Mis padres salieron a Zacatecas y no vuelven hasta mañana a medio día

—Ah... ¿Eso quiere decir? - Alejandro no lograba entender la referencia

—Que quizá podamos ir esta vez, total queda cerca y pues no están mis padres puedo llegar mas tarde a casa 

Ese era el otro detalle del porque no salían de noche con sus amigos, a Diana no la dejaban llegar después de las 10, era antes o era regañada o siempre y cuando Alejandro la llevase hasta su casa, que preferían usar ese beneficio para ocasiones mayores.

—Entonces... ¿Estas diciendo que vayamos a la fiesta? - mencionó Alejandro extrañado pero con una sensación de que era buena idea

—Sí, igual y te quedas en mi casa, nadie se dará cuenta - Arqueo una ceja en modo coqueteo

—Esta woman - río levemente pero asintió a su propuesta

Era su primera vez asistiendo a una PEDA con sus amigos, aunque estos las hicieran casi cada fin de semana.

—¿Entonces van a ir? - Pregunto uno de sus amigos sorprendido

—Sí, hoy vámonos de locas a la peda - dijo Alejandro en modo diva

—Pues va ahorita en diez minutos nos vamos

La cara de los chicos era de emoción pero a la vez preocupación de como iba estar el asunto allá en la reunión.

Momentos después antes de irse, uno chicos venían a lo lejos, traían una bocina y venían cantando algo de rap, a Diana se le fueron los ojos por un chico alto, delgado y de tes clara o bueno eso logró ver, ya que estaba oscureciendo y era un poco miope a distancia.

—Ay virgen de la papayina, ¿ya viste Ale? - dijo Diana golpeando con su hombro

—¿Ah? Ha ya, pues no está mal - dijo analizando al sujeto - pero es muy alto

—Bueno nunca dije que era para ti

—Ah, cierto, pues invítalo a la peda - Alejandro arqueo la ceja de manera pícara salvaje

—No, imagínate, no, si termino ebria y violada por ese hombre no - lo imagino unos segundos - ¡no!

Alejandro río bastante por el comentario pero al ser un gran y perverso amigo hizo algo que podría no ser tan mala idea.

—¡Oye! - le hablo al chico alto el cual volteo - Acércate

—¿Sí? - vaya que el chico era alto, unos cuantos centímetros más alto que Alejandro

Diana apenada por el acto de Alejandro no paraba de sonreír pero con una sonrisa nerviosa y a la vez de miedo.

—Habrá una PEDA, ¿Quieres ir? Iremos varios de nosotros - mencionó Alejandro señalando a sus amigos

El sujeto lo pensó un momento, quizá creyendo que Alejandro intentaba coquetearle, que quizá no estaba en algo erróneo, era Alejandro.

—Va, porque no - asintió

Alejandro me mencionó la ubicación del lugar y que no habría problema si se queda en el lugar, lo cual al chico no le perjudicaba en lo absoluto, estaba de acuerdo.

—¡Ya vámonos! - Grito el dueño de la casa

Caminaron hacia la estación de camión, eran como veinte personas, se veían como una peregrinación o quizá como una posada navideña.

Tomaron el bus con destino a PEDA, debido a que era tarde los asientos estaban casi vacíos, digo estaban porque ellos llenaron el camión, parecía excursión escolar, todos hablando y riendo en voz alta.

Ya en casa de la reunión, varios chicos fueron a comprar bebidas a una tienda comercial cercana mientras los demás charlaban en los sofá.

— Es extraño tenerlos por aquí, hasta siento que soy vigilado por mis padres, por que ustedes no beberán y nos verán todos ebrios - rieron a tan cierto comentario

Todo iba muy bien, unos bebían, otros fumaban un cigarrillo y otros simplemente observaban con un té negro con limón en su mano, sí, los chicos, aunque de pronto el cuarto se puso tenso por la llegada de unas personas nada gratas para estos dos muchachos, Alejandro escupió un poco de té al ver quien estaba en la puerta, miró a Diana, quien también le estaba viendo con un gesto de preocupación, ambos volvieron a ver al frente...

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Vamos a meterle un poco de suspenso a esta historia.

Dejen sus comentarios los leo todos.

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