BEHIND THE MASK || SEULRENE G!P

No es Solo Sexo

Una vez que se levantó de la cama, se dirige a uno de los cajones de su tocador, saca un pequeño sobre cuadrado (supongo que saben a lo que me refiero), tomó camino al baño y regresó en un rato.

En cuanto vuelve, rápidamente la jalo hacia a mí y la beso con desesperación. Ella me toma de la cintura, y poco a poco vamos retrocediendo hasta que la parte trasera de mis rodillas pega con el borde de la cama haciendo que caiga en ella teniendo a Seulgi encima de mi. Ella se incorpora a su posición original y comienza a quitarse la blusa que traía puesta, me dedique a contemplar la escena hasta que decido ayudarla a despojarse del pants que llevaba puesto, sus manos recorren suavemente mi cuerpo, en un repentino movimiento quito mi sostén y bragas, no tardó mucho en quitarse su bóxer. Se posicionó encima de mi, alzando mis manos para entrelazarlas con las suyas, nos besamos, una, dos, tres veces ... Sus labios eran suaves y tan agradables, bajo a mi cuello, clavícula, pechos, abdomen y de ahí a mi entre pierna, besaba mi muslos y cada beso que dejaba en mi cuerpo me hacía sentir en un estado de éxtasis.

—Seulgi, por favor, no me tortures así –suplico al ver que estaba alargando el placer

–Se paciente, no quiero lastimarte, confía en mi–Me dice a lo que asiento.

Suelta mis manos para llevarlas a mis pechos, los acaricia y estruje. Tomó uno de mis pechos y se lo llevó a la boca mientras que seguía atendiendo mi otro pecho con una de sus manos.

Seguía dejando besos húmedos por todo mi cuerpo y nuevamente bajo a mi centro, sin previo aviso, introdujo su lengua en mi feminidad y comenzó a hacer movimientos llevando su lengua de arriba a abajo.

–Creo que ya has lubricado bastante, si te duele me dices–Me dice y siento como va introduciendo su miembro en mi. Una vez dentro de mi, da pequeñas embestidas, ella tiene su mirada fija en mi, me besa y yo llevo mis manos a su cuello, dejé una marca en el y ella sonrió, iba aumentando la velocidad y la fuerza de las embestidas, solté un gemido no se si de dolor o placer y con mis uñas arañé su espalda

–Estoy por venirme Seulgi... Ya, ya casi –digo con mi voz agitada

–De acuerdo, no te contengas–me dice acelerando un poco más sus movimientos.
Terminando, descanso su cabeza en mi hombro, se paró, y se retiró el condon que llevaba puesto, lo tiró en el baño y regresó conmigo.