Siempre he creído que cualquier mal humano proviene de la falta de amor. Ninguno, absolutamente nadie, una vez roto, vuelve a ser el mismo.
Y en mis lamentables intentos pongo ahora mi ser en su posición original, ¿qué crecerá de mi si es veneno el agua con la que me rocían?
Que no se extrañe nadie si me brotan luego florecitas enfermas, rosas con mas espinas, o girasoles con menos luz, o margaritas ya deshojadas o cardos mas punzantes que se marchiten con el tiempo y caigan al suelo para que, condenando aun mas su destino, mueran siendo quebrados.
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Estaciones - Otoño
PoetryPOEMARIO NÚMERO UNO. A cada una de las personas que dedica un poco de su tiempo para leerme, gracias infinitas. Las personas cambian como las estaciones... (CC-BY/ND)