Una y otra, y otra, y otra vez. Su maldita canción sonando por mis auriculares. Me duele la cabeza, estoy confundida, ¿Porqué lo dejé? ¿Porque pasó? ¿Qué chingados hice?
Esto es muy agobiante, no puedo seguir escuchando su voz en mi cabeza diciéndome que "si me encuentro bien", "nos vemos después, cuando te sientas mejor".
La cagué, ¿pero que podía hacer? Me sentía mal y no me refiero a algo físicamente, si no, emocional. Y es feo, muy feo, no quería lastimarlo, ese es mi "pretexto".
Así que... Lo siento, no lo quería herir, ya lo he hecho muchas veces todo por ser una imbécil y egoísta. Se que no fue lo mejor y quizá lo tomo como un pretexto más para terminar con él, para terminar la relación, marcar punto final en nuestra historia. Pero no fue así.
Me levanto del sillón, y me dirijo a la cocina, cada paso que doy es lento y pesado, aún más teniéndo su canción en mi mente, repitiendo la una y otra vez.
Pensé que sería fácil todo esto, pero no puedo ni conmigo misma.
Llego a mi destino, me quedo parada justo en la entrada de esta y hay una pausa, una pequeña pausa, no se escucha nada. Levanto la mirada -es imposible que haya alguien- me digo a mi misma, estoy sola en mi casa. Todos se han ido, me levanté esta mañana y estaba sola.
Saco mi celular del bolsillo derecho de mi pantalón, el pantalón que me gustaba usarlo cuando iba a verlo. Me sentía cómoda y mejor aún por demostrarle como soy en realidad, me abrí a el, demasiado para ser sinceros, le conté cada secreto, le mostré mi forma de ser, jugué como si fuera una niña pequeña con el, le enseñé lo que soy y lo que anhelaba, mis sueños, metas, hasta mis gustos culposos y miedos. A nadie me había entregado tanto como lo hice con el, pero todo inicio tiene su final, por mucho que duela ya terminó todo.
Se prende mi celular al sentir mi contacto brusco, marca la hora y el ícono de llamada perdida. Lo desbloqueo con mi huella, siento un fuerte dolor en la cabeza, voy a llamadas y ahí está su nombre, en favoritos. Y sigue con el nombre de "el amor de mi vida" se me ha pasado cambiarlo o simplemente borrarlo, soy incapaz, duele.
Voy a registros, mi madre...
...ella llamó, para ser sinceros esperaba una llamada de parte de él, aprieto la pantalla en el nombre de mi madre y marca, al ver qué contesta quito los audífonos y contesto.
-¿Bueno?-dice ella.
-Dime, ¿Qué pasó?-contesto fríamente, para serles honesta no tengo ganas ni de hablar.
-¿Qué estás haciendo?-me responde.
Carajo lo que me faltaba, me va a pedir que haga algo, o salga.
-Pues, preparándome, no tardan en venir por mi-digo sin entusiasmo.
-Okey, hazme un favor, ve a mi cuarto y fíjate si están mis llaves.- hago lo que me pide, subo las escaleras lo más rápido posible, llego a su cuarto, entro y veo las llaves-si mamá, aquí las dejaste.
-Gracias, bye- y cuelga.
Voy saliendo de su cuarto y veo un papel cerca de donde yo me encontraba, llego a el y lo levanto, lo volteo. Una foto, de nosotros.
Siento un golpe fuerte en el estómago, siento nauseas, y de repente me siento mal de nuevo, mal conmigo, algo estoy haciendo mal.
Soy yo o ya me llegó el puto karma al que tanto le tenia miedo.
Pero esto me pasa por ser una hija de puta, me lo tengo bien merecido, y el karma está dando donde mas me duele.Tocan el timbre, correo a la puerta esperando que sea el, pero no, son mis amigos. Tomo las llaves y antes de abrir la puerta doy un largo suspiro, la puerta hace click y finjo la mejor sonrisa que me salga. Abro la puerta sacó mi pie derecho seguido el izquierdo, en cuestión de segundo ya me encuentro afuera. Cierro la puerta detrás de mí. Camino, unos 8 o 9 pasos, llego a la puerta principal, inserto la llave, giro dos veces, abro la puerta hacia mi dirección y veo sus caras, completamente felices. Corto y abrazo a Allan. Le doy un fuerte abrazo, el me regresa el abrazo acompañado de un beso en la mejilla. Me suelta y me dirijo a Marie la saludo de beso con un abrazo rápido y veo a Chris, le doy un chocalas, cierro la puerta, enseguida me preguntan.
-¿Nos tardamos?
-Rio y contesto-Un poco, pero ya está aquí y eso es importante.
Caminamos hacia el parque donde estuve con el la última vez que lo vi. Y me duele, recuerdo cada paso que di a su lado, mi vista comienza a nublarse y tornarse obscura, algo está mal. Empiezo a perder el equilibrio. Para mí suerte Allan me agarra.-Cielos, ¿Estás bien?, ¿Pasa algo?, ¿Desayunaste?.- ¿Desayunaste? Esa pregunta suena en mi cabeza cada vez más fuerte. ¿Lo hice? Yo sí, ¿El lo habrá hecho? A el no le gustaba desayunar. Me comienzo a preocupar y alterar. Saco mi celular miro la pantalla y nada.
-Wey, ¿Qué te pasa?- ríe Marie.
-Nada, lo siento- y suelto el aire que tenía contenido, ni yo lo sabía.
No creo poder con todo esto.
Es más doloroso y difícil de lo que parecía-3 meses para nada-como el me lo dijo, todos tenían razón. Estoy tan jodida que no se ni qué hacer conmigo misma, tengo el ego tan alto que daño sin pensarlo, jamás me había enamorado de esa forma, de esa forma tan linda, tan sincera, tan... Ni palabra tengo para describir lo que fue.
Sigo repitiendo sus letras, las canciones que me dedico, y viceversa. Todo absolutamente todo me recuerda a el. Porque lo convertí en mí, en algo tan importante para mí, algo que necesitaba, y sigo necesitando. Pero así es esto, ¿No?
-Amigos, el amor es demasiado masoquista, yo estoy muy jodida.-digo.
-Estas drogada-comenta Chris y todos ríen menos yo. No entiendo su bromita estúpida.
-Lo digo enserio, es feo, ¿no se han enamorado?- digo viendo a lo lejos el parque, estamos apunto de llegar.
-Yo sí, y te apoyo ¿pero que tiene que ver tu comentario?- dice Marie.
-¿Quién no se ha enamorado?- dice Allan.
Y Chris parece incomodarle la situación. No dice nada, se guarda sus palabras.
-Pues termine con el.-digo y se hace un silencio enorme, de repente no escucho nada, de nuevo.
-¿Porque?-dice Marie rompiendo el silencio.
Me quedo callada.
Llegamos, pongo un pie en el pasto, se siente pesado el ambiente.
Corro hacia el área verde más despejada y me tiro. Suelto una carcajada, ahí tirada en lo verde veo arriba de mi, árboles, cielos, nubes, pajaritos. Se ve bien todo. El cielo está despejado.
Allan y Marie se tiran a un lado de mi y ríen a la par. -Estas muy drogada- dice Allan.
Levanto la mirada.
Chris está viéndonos, se nota enojado.
Le pregunto que que tiene y se va a sentar un poco más lejos de nosotros.
Me recuesto de nuevo.Después de un rato abro los ojos, seguimos en el parque. Noto el brazo de Allan rodeado mi estomago, volteo y Marie está profundamente dormida, intento levantarme sin despertar a nadie, Chris no está.
Me levanto poco a poco, volteo detrás de mí y Chris viene hacia mi con una lata de refresco, me lanza una sonrisa desde lo lejos, camina más rápido.
Cuando llega conmigo dice.-Ya era hora de que despertara al menos uno- y ríe.
- ¿Qué hora es?- digo ignorando lo que dijo.
-Las 3:56.
-No fue mucho- y sacudo mi pantalón, tiene pasto pegado y tierra.
-Lo sé, pero fue aburrido-toma de la lata-no me había dado cuenta que se habían quedado dormidos, estaba jugando en mi celular.
Extiendo mi mano hacia el, Chris entiende mi seña y me da la lata. Tomo un largo trago de refresco. Es de naranja, mi favorito.
Voy con el, dónde me encontraba me siento enfrente de Allan y Marie aún dormidos, saco el celular, veo instagram y nada nuevo, abro Messenger y al instante vibra mi celular, 24 mensajes. De nadie importante en particular. Lo apago, volteo porque algo llama mi atención, justo en aquel árbol dónde lo vi por última vez, estábamos sentados en silencio con algún que otro beso y abrazo. Una que otro intercambio de palabras. No fue la despedida que hubiera querido. Ni siquiera quería una despedida para nosotros.
-Se que te duele, pero quizá no era para ti, por algo pasan las cosas.-dice Chris casi leyendo mis pensamientos.
Volteo a el y le regaló una sonrisa seguido de bajar la cabeza.
-Nada es para siempre- dice.
Hace que levante la mirada y lo mire, es imposible el sol me da justo en la cara, frunso el seño y volteo a otro lado.
-Si lo sé-doy una pausa-duele mucho saber que ya no es nada mío.
Se me escapa una lágrima, la limpio antes que se dé cuenta. Me levanto y grito -¡Vuelve!- sonrió y comienzo a caminar sin sentido.Allan regresa con Chris, le doy una calada al cigarro de Marie, expulsó el aire.
-Ya no habían de menta-dice Allan.
-Estoy aburrida- digo.- ¿Qué se suponía que íbamos a hacer?
-Pues vernos, solo eso.-contesta Marie.
Me levanto del columpio donde me encuentro y camino hacia una rama que vi, llego a ella, la levanto y la lanzó lo más lejos y fuerte que pueda.
Al caer se escucha como se quiebra.
Corro hacia Allan, lo abrazo.-Dime que no me quieres dejar ir nunca- susurro en su oído.
-Nunca te vayas.- dice y me da un beso en la mejilla.