Capitulo 5

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-Entonces estas de acuerdo con todo verdad?- pregunto Michael a Tobías

Tobías asintió y solto un suspiró -Pu-puedes ser amable con el- desvio su mirada del hombre -Se-será su primera vez-

Michael sonrió -lo se, por eso es que lo quiero tener ahora-
Los dos hombres escucharon como Severus se acercaba a la mesa.

-Veo que has terminado- dijo Tobías, miro como Severus asentía a lo dicho -Vámonos-

El hombre no esperó a que su hijo le contestará, le agarró del brazo y lo jalo para afuera.

Caminaron para la parte trasera del Restaurante.

-Pa-Papá adónde va-vamos?-

No obtuvo ni una respuesta de parte de su Padre, esto ya no le ésta gustando nada -Papá a dónde vamos!- Exclamó con exasperación.

-Calla ya lo verás- dijo con molestia mientras mas aprieta el brazo de su hijo.

Severus se mordió el labio para evitar chillar por el fuerte agarré.

Entonces miro como su Padre paraba de caminar, sin mas una luz les dio a la cara a los dos.

Tanto como Tobías y Severus miraron poco a poco que había un automóvil parqueado -Bien, Tobías ahora es mi turno de cumplir mi parte del trato- el hombre chasqueo sus dedos.

Uno de sus Guardaespaldas se acercó hasta ellos y le dio un maletín a Tobías.

-Ahora quiero mi premio-

Severus comenzó a temblar, acaso su Padre lo iva a? -Papa?-

El hombre trago, solto del brazo a su hijo -Toma lo- dijo sin mas.

El azabache entonces sintió como uno de los sujetos le agarró del brazo y lo jala -PAPA!-

Forcejeo todo lo que pudo, pero no pudo hacer nada, el hombre con traje era mas fuerte -NO, NO PAPA!-

Tobías se mordió el labio dio media vuelta y comenzó a caminar para el bar mas cercano.

El sujetó había dejado a Severus adentró del carro de su jefe.

-Tranquilo te aseguró que esto terminará rápido- Michael se adentró al carro y cerro las puertas con seguro.

Severus comenzó a asustarse, no quería que su primera vez fuera de esa forma.

Sintió como el hombre jalo de sus pantalones, el chico intento patear al hombre.

Michael gruño ante el vago intentó del azabache, golpeó la cara de Severus unas tres veces con toda su fuerza. El primer golpeo lo dejo tonto, el segundo le sacó el aire y el último lo dejo noqueado.
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Hannibal contempló al chico que está parado a unas cuatro mesas delante de el, Pelo Negro, Ojos Negros como el vacío, Piel Blanca pero no saludable, lo intuía por su estatura.

Además está demasiado delgado, un caso grabé de desnutrición. Miro como el chico retomará su caminó de vuelta a su mesa.

Miró con discreción el rumbo por dónde iba. Pocos minutos después miró como el chico y otro hombre salían disparado para a fuera.

Después le siguieron tres hombres, para Lecter no era buena señal, dejo dinero y prosigue a seguirlos.

Nos leemos luego chicos 

Hannibal LecterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora