"El sistema nervioso autónomo se dispara y hay que tranquilizarle transmitiendo la sensación de que no hay peligro, que no hay una situación extrema y que lo que sucede no es grave. Al cambiar el foco de la atención y la importancia que le damos a los síntomas del ataque de pánico, estos disminuyen".
La mejor forma de lograr esto es:
• Hacer y pensar en otra cosa. Distrae tu mente.
• Cambiar de tema de conversación.
• Ponerse a trabajar en algo.
• Realizar cualquier actividad que permita no darle importancia a los síntomas que está teniendo.
• En vez de hiperventilar, respirar más lentamente.
• Relaja tus músculos de forma progresiva.
• Intenta respirar de forma consciente, cogiendo y soltando el aire de forma controlada y despacio mejora la situación.
• Fruncir los labios como intentando soplar una vela puede ser útil para la respiración.
• Respirar dentro de una bolsa de papel durante unos minutos es efectivo para algunas personas.
• Si conoces alguna técnica de relajación, ponla en práctica.
• Haz uso de frases tranquilizadoras.