Parte II

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Narra Annette:

Abrí las cortinas del ventanal de mi habitación, y suspire mientras observaba la lluvia. Apoye mi mano en el cristal de la misma y comencé a llorar de nuevo. Habían pasado dos meses desde mi cumpleaños, y Lukas nunca había vuelto a estar aquí. Se que había vuelto a Alemania para practicar para el mundial, pero nunca había aparecido por aquí. Ellos habían ganado la copa, y hoy estaban por llegar aquí, así que yo iría a recibirlos. No por él, si no por todos mis buenos amigos que merecían ser recibidos con alegría, luego de su gran triunfo.

Me puse la remera del equipo, con su número detrás, y luego me puse un jean color gris claro que tenía algunas roturas, y unas zapatillas vans negras. Me maquille levemente, resaltando mis ojos con delineador, y luego de tomar mi celular y llaves, salí de allí.

El lugar estaba repleto de hinchas, pero algunos al reconocerme, me dejaban el lugar, para acercarme a la pasarela. Muchos seguían creyendo que Lukas y yo seguíamos juntos, porque con mi trabajo como redactora de Vogue Alemania era contante , se creyeron que no había podido viajar a Brasil a la final.

Suspire tomando mi celular, viendo la hora, mientras en la pasarela millones de personas retocaban los últimos detalles. Entré a Twitter, y gracias a un rt, me entere que el avión de los chicos ya había aterrizado. Sonreí, y luego comencé a dialogar con las personas que me rodeaban.

Berlín explotaba en aplausos, gritos y cantos. Las remeras de Alemania con los nombres y números de jugadores, gente con la remera que Mario había usado en el Borussia, la remera del Bayern, carteles alabando al capitán Lahm, y muchas personas con cervezas festejaban alrededor mío.

Cuando la música comenzó a aumentar su volumen y el confeti voló por los aires, con los colores de nuestra bandera, levanté mi mirada y lo vi. Todos tenían la misma remera negra con el 1 grabado en la parte delantera y trasera, y Lukas usaba unos pants Adidas negros, que se ajustaban a su cuerpo.

El seguía estando hermoso, como la última vez que lo vi, estando en mi hogar, abrazandonos y besándonos luego de una noche en la que una vez más volvimos a amarnos. Suspire sacudiendo mi cabeza y mis ojos se llenaron de lágrimas ante el recuerdo evocado.

La fiesta siguió hasta altas horas de la noche, pero yo me había retirado mucho antes. Estaba en el living del apartamento, sentada en el sofá leyendo un libro de ciencias, cuando escuche el timbre. Deje el libro confundida sobre la mesa al igual que mis anteojos y me levanté. Garfield,mi gato, se desperezó del sofá, pero no se movió.

Abrí la puerta, y me golpee mentalmente, al no haber preguntado quien era. Y él estaba allí, frente a mi de pie, con su valija en mano, y medalla colgada con orgullo en su pecho.

-¿Qué haces aquí?- pregunte. Espero que este hombre no tenga la absurda idea, de que volverá a nuestro hogar luego de lo que me hizo.

-Esta es mi casa, vuelvo a ella.- comento entrando. Garfield salto de donde estaba, y se dirigí a Lukas, enroscandose en su cuerpo. Él lo tomo entre brazos y lo acaricio suavemente. Sonreí unos breves instantes.

-Lukas, ¿De verdad crees que olvidaría esto? ¿Pensaste que volverías y yo te estaría esperando con los brazos abiertos?- me cruce de brazos esperando su respuesta, una que nunca llego. Su silencio me confirmaba mis preguntas. -No puedo hacerlo, ya lo hiciste hace un año atrás. Hace un año te perdone que no estuvieras en mi cumpleaños porque eran los octavos de final de la Champions League, pero por lo menos llamabas, esta vez ni siquiera fuiste capaz de hacer eso.

-Anne, cariño, de verdad lo siento.- susurro quitándose la medalla y dejándolo sobre la mesa ratona frente al televisor. Él se acercó a mi, y yo desvíe mi mirada, prestando atención al suelo.-Mírame.- murmuro él. Yo negué con la cabeza, y luego de escucharlo suspirar, sentk como tomaba mi mentón entre sus manos.-De verdad que lo siento. De verdad que si.-

Para aquel momento, las lágrimas comenzaban a amenazar con salir.-No quiero escucharte, porque siempre se que dirás algo, que me convencerás y yo caeré en tus redes una vez más.- murmure y el se acercó más a mi.

Eleve mi mentón para verlo, y note como sus ojos brillaban. Bajo un poco su rostro, e hizo que nuestros labios tuvieran contacto, luego de tanto tiempo. Y aunque mi mente me decía que me mantenga recta ante mis palabras, mi corazón no me lo permitía porque se había derretido a penas lo vio allí parado, con su valija entre sus manos.

Tomo mis mejillas delicadamente y yo suspire, negando con la cabeza, sintiendo como sonreía victorioso.... Una vez más. Y en ese momento supe, que estaba tan locamente enamorada de Lukas Podolski, que podría perdonarle cualquier cosa.

The Moment I Knew |Lukas Podolski| |Two Shoot|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora