Annie [Una historia de Percabeth]

PERCY

Cuando me dijeron que no iba a ser fácil rodé mis ojos ganando una mirada furibunda de una muy enfadada Zoe Nightshade.

-Vamos, serán adoptadas por una familia rica. A lo mejor eso es bueno para ellas.- dije cruzándome de brazos- ¿Quién no quisiera ser adoptado por alguno de nosotros?

Para mi sorpresa Zoe no respondió, porqué los hermanos Stoll y Leo lo hicieron primero.

-Ellas.- dijeron al unísono mirando a Zoe que tomó eso como ventaja para continuar su discusión conmigo.

-Piensa en ello Jackson, fueron abandonadas mayoritariamente a los cuatro años, puestas en un orfanatos con malos tratos en una parte pobre de Nueva York. Han visto el mundo de verdad, que pasa cuando los otros guardan las cosas buenas. Solo quieren seguir el ejemplo de Luke, Thalia y Grover. Llegar a los dieciocho, salir corriendo de allí y empezar una nueva vida.- dijo a todos en general

Sus manos estaban en puños y pequeños hilillos de sangre salían de ellos, maldita sea, necesitaba cortar sus uñas urgentemente.

-Especialmente Annabeth.- dijo una voz proveniente de detrás de Zoe y todos miraron al chico rubio de ojos azules y una gran cicatriz.

Luke.

-Intentará matar a alguien si cualquiera intenta adoptarla permanentemente.- murmuró Thalia agarrando la mano de Luke y intercalando sus dedos con los de él

Odio decir esto porque sonaría como Piper, o incluso Afrodita si me oyeran decirlo en voz alta, pero eran una pareja adorable. Tenían lo que otros tan solo soñaban.

La pareja se situó al lado de Zoe y la pelinegra con la trenza a un lado de su cabeza y el abrigo de color plata abrazó a la de ojos azul eléctrico. Wow, eso ha sonado muy poético. Pero volvamos a la cosa principal.

-Perce, -me dijo Luke- Harlem no es un lugar bonito donde puedes pasar tus vacaciones. La mayoría de las personas ahí no confían en su propia sombra. Y cuando te metes allí dentro es muy difícil de salir. Y si no concuerdas con alguien más te vale correr.- apuntó a su cicatriz y dejó salir una risa agitada

Yo conocía la historia que se escondía detrás de la cicatriz. Cuando era un huérfano en Harlem quería ser un héroe, ayudar a los otros. Pero ir allí dentro no es siempre la mejor cosa que puedes hacer. Tenía trece años o a lo mejor catorce cuando se metió en una pelea con "el dragón dorado", un "monstruo" muy poderoso como lo llamaban. ¿Qué era un monstruo?

Básicamente era alguien que hacia cosas malas a los demás, así que Luke creó un grupo llamado "semidioses" para plantarle cara a los monstruos. Al principio era para luchar pero después entendió que era mejor proteger. Él y Thalia se hacían cargo de que los niños tenían conocimiento, comida, todo lo que un huérfano podía tener. Cada vez que conseguían que uno de esos niños tuviera una vida mejor era una batalla que le ganaban a los monstruos. Además les enseñaron como luchar para defenderse.

Suena bien, ¿no?

-Bueno, ¿quién más tiene hambre?- preguntó Connor para aliviar la tensión que se había formado y su hermano levantó la mano inmediatamente

-Estoy dentro si hay tacos.- dijo Leo levantando su mano- Y tacos vegetarianos.- dijo en dirección a Piper mientras le guiñaba un ojo y la chica levantó su mano también con una sonrisa brillante que casi hace que Jason se deamaye

Los demás también levantamos nuestras manos, incluso mi padre lo hizo. El único que quedaba era Nico quien estaba mirándonos con una expresión molesta.

-Yo quiero ir al McDonald's.- dijo simplemente encogiéndose de hombros

-Siempre quieres ir al McDonald's.- dijo su hermana Bianca apareciendo detrás de él- Pero hoy vas a comer tacos bambino.