Llegó la hora de la cena. Ése momento es el que más disfrutamos, estamos juntos, nos reímos, contamos anécdotas pero lo mas importante, creamos recuerdos, inigualables y únicos recuerdos.
—Seungmin-a ¿Me puedes pasar, porfavor, el condimento? —pregunto Jeongin desde enfrente.
—Claro —respondió para, acto seguido, pasarle el nombrado condimento.
Nunca antes me había dado cuenta ¡Seungmin tiene un anillo!. Es raro en el, nunca los suele usar.
—Seungminnie.
—¿Eh? —tiró uno de sus tantos sonidos extrañamente tiernos.
—¿Desde cuándo usás anillos?.
—Oh, desde que Binnie me lo regalo. Él tiene uno igual.
Ahí fue, la cena, el momento que todos siempre la pasamos felices, ahí.
Sentí algo desprenderse de mí, ese órgano, atrapado en una carcel de costillas, me dolía. Changbin nunca me hizo nada como eso antes ¿Por qué era tan detallista con todos menos conmigo? ¿Ya le dejé de importar? No quiero dejar de hacerlo. Me contuve lo más que pude para no llorar.
Changbinnie ¿Por qué? ¿Por qué con él? ¿Qué hiciste?
Íbamos tan bien ¡Oh! quizás era sólo yo el que pensaba eso.
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