Wei Wuxian se deslizaba por el receso de la nube, mirando curioso las actitudes de los discípulos Lan. Trató de acercar a un pequeño grupo que lo miraba como si quiera hablar con él, una sonrisa apreció en sus labios y cuando estaba cerca de los ellos, el pequeño grupo corrió fuera de su alcance, espantados como si fuera algún tipo de ser con tres cabezas.
Wei Ying era de las personas que no se daba por vencido, un claro ejemplo era todos los inventos que había creado y que muchas sectas usaban en sus cazas nocturnas, así que repitió la misma acción con cada grupo de discípulos y cada grupo volvió a correr lejos de él. En un momento fue gracioso, se sentía como algún tipo de monstruo que despertaba el temor de esos pequeños, pero el tiempo pasaba y su paciencia, la poca que tenía, se iba evaporando.
—¿Están jugando a las escondidas? —pensó.
La idea parecía ridícula, pero recordó los episodios de Lan Zhan al beber, donde afloraba su lado infantil y este se escondía de él para ser atrapado y volver a esconderse. Sonrió. La posibilidad que estos discípulos se hayan embriagado era mínima, a menos que haya algún alma traviesa y suficientemente atrevida para invertir licor en las bebidas de estos muchachos.
A los lejos, la ordenada cabellera de Lan Shizui se movía con cada paso que daba a su dirección. Wei se acercó a él, al costado de Lan Shizui estaba Lan Jingyi, que al verlo se detuvieron. Ambos muchachos se miraron con temor y cara de lamentación.
—Lo sentimos, pero no podemos acercarnos a usted —dijo Lan Shizui.
Las cejas de Wei Wuxian se arquearon, estaba curioso por esa nueva información. Lan Jingyi fue quién su áspera forma de hablar le informó de los nuevos acontecimientos.
—El maestro Lan Qiren ha añadido nuevas reglas a las ya cuatro mil diecinueve existentes. Una está dirigida especialmente a ti.
Wei Wuxian salió corriendo de los pasillos a la gran pared de la entrada de la secta Gusulan. Lan Jingyi estaba atrás de él repitiendo que estaba prohibido correr; sin embargo, él y Lan Shizui estaba corriendo igual que Wei Ying.
Los discípulos al verlos correr comenzaron a seguirlos. Wei Wuxian no era consciente del gran grupo de personas que estaba a su espalda siguiendo sus pasos a cierta distancia.
Su frágil cuerpo llegó cansado al destino, con respiraciones hondas y profundas comenzó a regularizar su aliento. Se agarró de la pared donde estaba escritas las reglas de la secta, no necesitaba leer todas las reglas, las ultimas siempre estaban en la parte baja de la gran pared. Y allí había unas nuevas, como mencionó Lan Jingyi, una de las nuevas reglas estaba más grande que las demás y escrita de tal forma que era imposible ignorarla en ese mar de escritura:
— No te acerques a Wei Ying
Al leerla estalló en risas, sujetándose el estómago y cayendo sobre el pasto.
La mayoría de los jóvenes discípulos ya estaban acostumbrados a su carácter, pero lo más grandes aún le parecía un personaje extravagante y loco. Los murmullos de los discípulos variaban en sus comentarios, aunque destacaban muchos los que ya creían que, al estar en el cuerpo de un loco, su mente estaba perdiendo el juicio.
—¿Qué es gracioso? —dijo Lan Jingyi— Esa regla significa que no podemos acercarnos a ti, estás aislado.
—A pesar que esa está escrita en su muro de reglas, siguen rodeándome —dijo Wei Ying—. Mira, estás sólo un poco distante, pero era regla no dice qué tan distante tienes que estar de mí, así que donde estás ahora es distante, pero no lo suficiente distante para que no puedas hablarme.
—¿Qué tipo de lógica es esa? —dijo Lan Jingyi.
—La lógica que hace que me hables, estés distante y no rompas las nuevas reglas de Lan Qiren.
Los jóvenes discípulos arquearon la ceja.
—¿No sientes incomodo? —dio Lan Shizui.
Wei Wuxian lo miró y dejó escapar un suspiro. En sus labios volvió aparecer su sonrisa característica, con matices juguetones.
—No. En Gusu lan hay formas de cómo divertirse y Lan Qiren acaba de darme un poco de diversión.
Sus palabras eran sinónimos de mal presagio para los jóvenes que estaban muy cercanos a él, aunque Lan Shizui y Lan Jingyi no entendía qué de divertido podría ver en esta nueva regla, decidieron no intervenir, es más, su instinto le decía que se alejaran de Wei Wuxian para que su nueva travesura no los arrastrara a ellos.
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No te acerques a Wei Ying
FanfictionLan Qiren ha añadido una nueva regla en la Secta. Wei Ying no se molesta por esta nueva restricción, sino que aprovechará la oportunidad para hacer algunas travesuras a su esposo. «-En Gusu lan hay formas de cómo divertirse y Lan Qiren acaba de dar...