Lan Zhan y las reglas

17.6K 2K 795
                                    


Wei Wuxian estaba en el Jinshi disfrutando de su última estadía en la cama de Lan Zhan. El olor a sándalo penetraba su nariz en cada aspiración, la característica esencia de su esposo era suficiente para que sintiera un tirón en el corazón; sin embargo, sus labios no abandonaron la sonrisa traviesa que mantuvo todo el día.

Wei Ying había estado meditando toda la tarde sobre el nuevo acontecimiento, aunque primero pensó quedarse en el cuarto que compartía Lan Zhan, pero esto no sería posible si quería un poco de diversión y ver de nuevo esa cara enojada de su amado.

—Pequeños costos que había que pagar para poder ver su hermoso rostro enojado.

La puerta de Jinshi fue tocada con timidez, como si la otra persona al otro lado consideraba que era un pecado su presencia allí, tal vez, por la alta autoestima que le tienen los discípulos de la secta Lan a Lan Wangji así lo creyera.

Wei Wuxian abrió la puerta en toda su capacidad, dejando a la vista el cuarto que compartía con Lan Zhan. El rostro de los jóvenes era rojo, a pesar de seguir a cierta distancia de Wei Ying, el detalle no se le escapó al adulto. Sonrió y señaló sus cosas. Haciendo que esos jóvenes llenos de energía y de la fuerza que el carecía, llevaran sus cosas aun pequeño cuarto en el pabellón de los discípulos invitados.

Ellos obedecieron porque se trataba de un superior. El líder de secta había salido a una reunión con otros líderes hace tres días, llegaría ese día en la noche para cenar con los demás; Lan Qiren había salido en la mañana, a primera hora y después de colocar sus nuevas reglas, a una ciudad que tenía problemas con algunos cadáveres, se llevó un par de discípulos de confianza, y regresaría en la noche para la cena; Lan Wangji había salido ni bien se despertó a investigar un nuevo terreno donde los discípulos tendrían en su siguiente cacería nocturna. Los únicos que quedaban en los recesos de la nube era los viejos Lan y Wei Ying, al ser este último esposo de Hanguang-Jun su palabra era una orden y Wei Wuxian lo sabía.

Los discípulos colocaron las pertenencias de Wei Wuxian y se retiraron. El tiempo que Wei Ying calculaba quedarse en ese cuarto no superaba la semana, siendo lo más tardío que conseguiría su objetivo, aunque él esperaba no llegar a ese tiempo.

La cena del clan Gusulan estaba por servirse y el resto de los miembros Lan deberían estar por llegar. Wei Wuxian comenzó con la primera parte de su plan, mirándose en un espejo, desató la coleta característica que usaba desde que se le concedió ese cuerpo. Sus cabellos cayeron libres sobre sus hombros, agarró un peine y comenzó a cepillarse hasta que esté suave. Tomó dos mechones de cabello y se hizo una media cola, como lo tenía cuando era el temido patriarca Yiling.

El rostro y cuerpo, comenzó de a poco a tener la forma de su anterior vida, con ese cambio de peinado la diferencia era remota. A Wei Wuxian le causaba incomodidad llevar de nuevo la media cola, pero era lo más cercano a tener el cabello suelto —había descubierto que uno de los fetiches de Lan Zhan era su cabello—, no le gustaba tener el cabello suelto, en especial a la hora de comer ya que era incómodo.

***

El asombro en los rostros de los jóvenes le sacaba una sonrisa traviesa, incluso casi se carcajeaba cuando uno de ellos, por estar mirándolo fijamente, casi choca con una pared. Y de nuevo, sentía que estaba más deslumbrante que de costumbre.

En la puerta del comedor se encontró con Lan Zhan que al verlo sintió que se saltaba un latido por la mirada candente que le envío, estaba dispuesto avanzar hasta él, pero Wei Wuxian se apartó al darse cuenta de sus intenciones. La cara de Lan Wangji era inexpresiva como siempre, pero sus ojos adquieran cierta incertidumbre.

—No podemos, segundo maestro Lan, no podemos.

Lan Wangji entró en el salón seguido de Wei Wuxian, pero este último no lo siguió hasta la mesa principal, sino que me mantuvo en una mesa parte y solitaria, lejos de los miembros principales de Lan y de los discípulos que ya estaban al tanto de nuevos acontecimientos.

Lan Wangji alzo una ceja al ver su actuar; Lan Xichen al ser más expresivo se mostraba desconcertado; Lan Qiren estaba concentrado en ignorar su alrededor y a Wei Wuxian; Lan Shizui que aún no se había acostumbrado a sentarse en la mesa principal —Wei argumentó que como hijo de Hanguang-Jun y futuro líder en la línea de sucesión debería sentarse en la misma mesa que ellos— sentía la tensión en el ambiente.

Lan Wangji recorrió todo el sitio con la mirada, encontraron peculiar la manera nerviosa de sentarse de los pupilos y lo asustado que parecía Lan Shizui cuando lo miraba. Lan Qiren disfrutó de sus platillos, mientras Lan Xichen mostraba una sonrisa calmada a pesar de los acontecimientos. Desde su sitio, Lan Wangji podía ver la forma desordenada de comer de Wei Wuxian, a diferencia del comportamiento decoroso que mostraba al estar a su lado en la mesa principal de Lan.

—¿A pasado algo? —preguntó Lan Wangji.

Lan Shizui no se atrevió a responder y pensó que no estaba obligado a dar una respuesta; sin embargo, al levantar la vista se topó con la intensa mirada de su padre. Conocía bien al hombre, y se sintió más nervioso porque estaba en un campo minado.

—Las reglas —dijo Lan Shizui, miró a Lan Qiren.

Lan Wangji entendió el mensaje de su joven hijo. Y volvió a comer para tranquilidad del Lan Shizui.

***

La hora de dormir de la secta Lan estaba cerca. Lan Wangji estaba caminando a la pared de las reglas, en las manos no llevaba ninguna vela, su vista era guiada por la resplandeciente luna. Al llegar sus ojos fueron directamente a la regla que sobresalía de las demás. Suspiró. Todo el asunto comenzaba a tener forma.

Movió la cabeza en negación. En la mañana tendría que hablar con su tío sobre esa nueva regla escrita en la pared. Por esa noche tendría que ir a la cama sin resolver el problema.

Los pasos de Lan Wangji era livianos, sin hacer ningún ruido. Pasó por la primera fría, y el sonido de un jadeo lo desconcertó. Tosió suave. Era posible que algún discípulo estés en el sitio antes de dormir. El jadeo fue reemplazado por un leve gemido, la voz era terriblemente conocida por él, teniendo confianza que no iba a perturbar a ningún discípulo Lan, se acercó a la primavera fría.

La imagen frente a él era impactante y excitante. Wei Wuxian estaba desnudo en la primavera fría, su largo cabello suelto mientras le daba la espalda. La luz de la luna hacía que su figura frágil y piel pálida tuviera un tono más pálido de lo normal. Su esposo jugaba a ignorar su presencia. Tomó un tiempo para que Wei Ying volteara. Los ojos de Lan Wangji fueron a los pezones rosados y erectos por el frío del agua. Sintió que en la entrepierna se acumulaba su excitación. Wei Wuxian pasó su mano izquierda por su pezón izquierdo y cerró los ojos mientras suspiraba por la suave caricia que se daba. Lan Zhan tenía sentimientos encontrados; estaba celoso con la idea de que alguien más pudo ver encontrado a su esposo de esa forma y estaba complacido con el espectáculo ante sus ojos.

Wei Wuxian tomó el pezón izquierdo, los estimulo un poco, como si estuviera creando alguna bolita de papel, apretó un poco mientras cerraba más los ojos por la sensación. Y sus gemidos se mesclaban con el nombre de Lan Zhan.

—Segundo maestro Lan, te necesito. Pero no podemos estar cerca uno del otro —dijo Wei Wuxian con los ojos cerrados—. Te necesito moviéndote dentro mío. Necesito de ti, esposo mío.

La respiración de Lan Wangji estaba volviéndose pesada con cada palabra dicha. Sentía que su autocontrol estaba quedando enterrado en alguna parte de su mente, pero esta vez no podía ignorar las reglas de Gusu. Estaba en los recesos de la nube, a diferencia de las anteriores veces donde se permitió tomar e ignorar las reglas de la secta, incluso donde se permitió tomar. Se mordió los labios. Wei Wuxian seguía llamándolo mientras se tocaba. La luz de la luna sólo acentuaba más el espectáculo, asiéndolo parecer irreal y mágico.

Lan Wangji dio la vuelta, se alejó de los jadeos y gemidos dichos con su nombre. 

No te acerques a Wei YingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora