No te acerques a Wei Ying

Regla Wei Ying

Wei Wuxian con una sonrisa traviesa regresó al pequeño cuarto de discípulos invitados que estaba ocupando. Estaba satisfecho con los resultados y el pequeño estimulo que le dio a su esposo.

«—Sólo es un recordatorio de lo que te vas a perder esta noche, esposo mío —pensó.»

Había traído consigo unos inciensos de olor a Sándalo para que ayude a conciliar el sueño, aunque no tuviera las firmes y fuertes manos de Lan Zhan en su cintura al dormir, tenía que tener un amortiguador para tratar de conciliar el sueño.

Colocó un incienso a la hora de dormir, con el suave y agradable olor entrando a sus fosas nasales se adormeció. Una parte de su inconsciente se negaba a aceptar la ausencia de su esposo. Abrazó una almohada en la misma forma que lo había con Lan Zhan. Wei Wuxian sabía que sería una noche larga.

***

Al día siguiente. Wei Wuxian sintió satisfacción al ver el rostro inexpresivo de su esposo, con unas pequeñas ojeras. Sonrió a Lan Zhan. Él también tenía las pequeñas manchas negras de bajo de los ojos. El incienso no ayudó mucho a amortiguar la ausencia de su amado.

La mesa aislada se había convertido en su escondite temporal de las horas de la comida, aún Lan Zhan no había solucionado la regla impuesta por el tío Lan. Y desde ese ángulo, vio que los siempre rectos labios de Lan Zhan se movían, casi como susurro y la mirada de Lan Qiren se volvía malhumorada; Lan Xichen miró sorprendido a su tío y regreso una mirada comprensible a su hermano menos. Lan Shizui era el único que parecía a punto de recibir algún tipo de paro al corazón y tratando de encogerse lo más posible.

Wei Wuxian no necesitaba escuchar para saber, por las expresiones del tío, hermano e hijo adoptivo, que se estaba tocando el tema de las reglas. Su posición fue excelente para ver cómo Lan Qiren miraba pesadamente a él. Se encogió de hombros en señal de inocencia. Y comenzó a comer el desayuno.

Sintió fuera de sí la mirada de Lan Qiren y volvió a mirar la mesa principal. A la inexpresiva cara de Lan Wangji estaba surcada con su seño fundido, el malestar era palpable, Lan Qiren estaba aún más mal humorado; Lan Xichen estaba susurrando, palabras breves.

Los Lan era una secta de morales y de enseñanza. Al hablar ninguno estaba comiendo. Le eran desagradable, Wei Wuxian no recuerda las veces que, en esta vida y su anterior vida, Lan Wangji le había dicho que no hable mientras come.

En la mesa principal se dejó de hablar y se comenzó a comer. Y Wei wuxian suspiró, mientras mordisqueaba un pan blando.

***

Los discípulos menores estaban hablando en los pasillos. Y los leves susurros de una conversación ajena a él captó su atención.

—Modificaron la regla Wei —dijo uno de ellos.

Wei Wuxian le pareció gracioso cómo estos niños hablaban del suceso. Sonriendo se fue a ver en la amplia pared de las reglas, las que siempre le encantaba romper de las formas más descaradas.

Los discípulos menores de Lan lo seguían de cerca, aun manteniendo su distancia. Wei Wuxian podía ver la fascinación en ellos hacía él desde que se enteraron que estaban delante del mismísimo patriarca Yiling, y no de un loco manga corta, lejos de intimidarles las historias que se creaba y distorsionaba al ir en boca en boca, sólo hizo que estos chicos se aferraran a sus pasos. Ellos eran pequeños polluelos que seguían los pasos de su mamá gallina.

Wei Wuxian llegó a la entrada de los recesos de la nube con un grupo considerable de jóvenes, los adolescentes de la secta Lan, siguiendo sus pasos y mirando con curiosidad la misma pared que él veía. Todos los ojos captaron la nueva premisa al costado de la regla «No te acerques a Wei Ying» estaba escrito excepto Lan Wangji.

Wei Wuxian estalló en carcajadas.

Los discípulos de Lan estaba desconcertados, algunos que otros se rascaban la cabeza al releer muchas veces la misma premisa, mientras el esposo de Lan Wangji sería soltando su diversión. se alejó de la pared dispuesto a encontrar a su amado. Lan Zhan se había ingeniado en escaparse de esa regla.

«—Lan Zhan, cuando pienso que puedo tener algo de diversión a cuesta tuya, siempre haces que se vuelva contra mí —pensó Wei Ying—. ¿Supongo que esta noche te cobraras la travesura de ayer?»

La túnica era mecida por el aire y la tranquila atmosfera que desprendía los recesos de la nube calmó su jocosidad.

Wei Wuxian encontró la secta Gusulan como muy pacífica y de alguna forma lo asociaba con el paraíso, sus grandes colinas y paisajes le traía calma y recuerdos de su primera vida, al pasar por los pasillos donde estudió cuando era un adolescente con palabrerías, según Lan Qiren, deshonrosas para cualquier cultivador de buen camino. Las vivencias se proyectaban con un Lan Zhan, Jiang Cheng, Nie Huaisang y el adolescente, en plena ignorancia de sus trágicos destinos. Bellos momentos que el atesoraría en todas sus vidas.

Los recesos de la nube siempre tuvieron un lugar significativo por lo que fue y lo que es. Era su hogar, el cual compartía momentos increíbles con su esposo, la secta Lan le había dado muchas cosas, sin ni siquiera pensarlo.

Sonriendo ante la calidez de sentirse en un sitio que podría llamar casa, fue a los pasillos de la biblioteca.