La noche anterior al día que se fue me dijo cuánto me amaba, cuando quería tener al bebé, se veía ilusionado como cuando un niño ve los regalos bajo el árbol de navidad.
Pero al otro día desperté, y no estaba a mí lado, supuse que había ido a su trabajo. Entonces hice mí rutina normal de un sábado por la mañana, me levanté, fui al baño, y luego a desayunar. Me pareció muy raro encontrar su chaqueta de cuero en el armario, o su motocicleta en el estacionamiento.
Pero en ese momento, no sabía ni imaginaba que se había ido.