Un vuelco a mi vida

7. Cena de gala

*4:56*

No puedo dormir, me ronda en la cabeza lo que pasó, quizás hice mal, o no... quizás no tuve que apartarme, pero ya es tarde; quiero hablarle, me dispongo a coger el móvil, pero recuerdo que no tengo su número y lo vuelvo a dejar en la mesilla.

- ¡No! no Alexandra, tú no quieres meterte en temas de amor, estás muy bien soltera. Déjate de tonterías. —Piensa mientras vuelve a cerrar los ojos.—

*7:00*

-Que sueño —piensa Ale mientras coge el móvil con los ojos entrecerrados para ver si tiene algún mensaje nuevo—

Venga Ale olvídalo ya, fue solo un lío de una noche. Dúchate, y vete a clase —piensa en alto.

-Buenos días mamá —le da un beso en la mejilla— ¿y papá?

-Se ha tenido que ir antes le ha surgido un problema en el trabajo.

—Ahh, yo me voy ya que quiero llegar temprano hoy —dice mientras coge una manzana para marcharse —

*Ya en la universidad*

-Hola Shana, hola Bibi —las saluda dándole un largo abrazo a las dos—

-Hola Alexandra, ¿te gustaría venir esta tarde al partido de rugby que hay? Puedes venir con tus amigas y luego iremos a tomar algo, podéis veniros —interrumpe Tom—

-Hola Tom, si claro, iremos —dice con una sonrisa mientras mira a sus amigas— adiós Tom.

Shana y Bibi les mira sorprendidas sin entender nada, ya que su amiga había tomado la decisión por ella.

-Porfavor, lo pasaremos bien.

-Esta bien, iremos. —dice Shana riéndose—

-Gracias chicas, luego nos vemos a las 6 en mi casa.

Una vez acabadas las clases, Alexandra se va a casa a comer y arreglarse.

Tengo que ver que ropa ponerme, que decisión más difícil  —piensa mientras come chocolate— creo que cogeré lo primero que vea, unos jeans, las vans, una sudadera y supongo que hará frió, por eso cogeré una chaqueta también.

Una vez lista, tocaron la puerta. Eran sus Shana y Bibi que ya estaban listas. Me eché colonia y salí corriendo a la puerta para que no esperasen más tiempo.

Una vez allí el partido ya había comenzado llegamos un poco tarde, iban ganando de momento, estaba lleno de gente, miré un poco a mi alrededor pero no había nadie interesante asique me dediqué a ver el partido y apoyar a mi equipo todo el rato. Y a Tom.

Tom marcó un punto y me lo dedicó.

-¿Se puede ser más mono? —dijo Shana dando un sorbo a su bebida— Yo quiero que también me dediquen un gol.

Yo solo pude reírme, la verdad que me encantó el detalle. Estuve todo el partido pendiente de él, marcó varios puntos más y cada vez que lo hacía me miraba, yo me levantaba y le aplaudía con entusiasmo sonriendo, parecía una niña chica.
En el descanso las animadoras salieron a bailar, allí estaba Brenda, no pude evitar acordarme de cuando le vi en el Donat con Mark.

-¿Oye Bibi que tiene tu primo con Brenda?

-No sé, pregúntale tú —me miro pícara y a la vez con cara de desconcierto ya que sabía que había dormido la noche anterior con Mark—

-Ey, que guapo es el número 17 —dijo Shana interrumpiéndonos —

Bibi y yo nos empezamos a reír.