Aprendiendo a confiar.

Toma de contacto

Palafolls, el pueblo de mi madre biológica. Mi madre biológica vive a literalmente 45 minutos de mi casa de verano en Barcelona. Dudé en tocar el timbre, era un gran paso y tenía que estar preparada para tomarlo. Entre mi debate interno de tocar o no ese botoncito, alguien abrió la puerta. Ese alguien era un alguien desconocido para mí y muy atractivo por cierto.

-Hola emm ¿quién eres?- dijo el chico afianzando su mochila en su hombro y mirandome de arriba a abajo.

-Yo-Yo, hmm yo soy Lídia Mateo, hmm yo soy..-dudé en cómo seguir.

 ¿La hija de la dueña de esta casa? Sonaba algo raro.

- Lídia Mateo-se quedó dubitativo, pensando algo- espera, ¿no serás quien creo que eres?- me miró buscando una respuesta, que obviamente no obtendría por qué tenía menos idea de lo que estaba hablando que él.

-¿Con quién hablas Axel?- se acercó una mujer al umbral de la puerta, me miró y se llevó una mano a la boca a la vez que intentaba ahogar un sollozo.- ¿Lí-Lídia? 

-hmm ¿mamá?- a la vez que decía estas palabras los sollozos de la mujer se intensificaron.

-E-Eres el vivo reflejo de tu padre, dios.- me miró- ¿puedo abrazarte?- asentí esta vez con lágrimas en los ojos también.

-Entra por favor- me pidió- Axel, hoy no irás a la universidad, tenemos que hablar en família, dios creí que este momento no llegaría nunca.

Axel atónito asintió, entramos los tres a la enorme casa, que resultaba aún más grande desde dentro. 

-¿Qué está pasando aquí?- dijo un hombre bajando las largas escaleras de caracol.¿Sería mi padre? 

El hombre se parecía increíblemente al chico joven, Axel. Mismos ojos marrones, pelo castaño, alto, musculado, atractivo, de rasgos marcados. Ambos eran idénticos, pero el hombre tenía las facciones teñidas por el paso de los años. ¿sería Axel mi hermano?

-¿Quién es esta chica encantadora Axel? ¿es alguna chica de la universidad?- me miró con una sonrisa.

-Esta chica, papà, es tu hijastra.