-Capitulo 2-

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Me  removí en la cama en la que me encontraba recostada, una suave, cómoda y mullida cama, entre estar despierta y no estarlo, tome una almohada grande, la abrace y me gire hacia el otro lado de la cama porque los rayos del sol me daban en la cara, pero aun así, era un sol tenue. Era alrededor del tiempo que solía ocultarse el sol para darle el paso a la noche, pero yo seguía en el quinto sueño, así que medio dormida intentando no despertarme me doy cuenta de algo muy peculiar: no llevaba la misma ropa que ayer...  

Me quede anonadada y asustada, me observe y llevaba una bata de dormir de tirantes y un poco ajustada de desde mi pecho hasta mi cintura y la falda holgada y larga por debajo de las rodillas.

¿como diablos termine con esta ropa? y ¿a que hora me dormí? ¿me habré cambiado yo misma? o como pensaba, ¿termine con uno de los chicos raros?

 Ashh... —suspire algo triste y preocupada.

— Entristecerte no te servirá de nada bitch-chan.

Sorprendida levante la vista, Raito estaba sentado a la orilla izquierda de la cama recargándose un poco sobre su brazo, a al menos un metro de distancia. Este chico parece querer devorarme con la mirada.

 Te ves muy sexy en esa bata y emites un delicioso aroma, ¿Estas tratando de seducirme?... bitch-chan~

 Gracias por el alago, pero créeme chico, esa no es la intención.

—nfu~

Raito dejo salir una suave sonrisa y se fue acercando hacia mí a gatas, como un depredador asechando a su presa, debo admitir que no me desagrada del todo, pero este no es ni el momento ni el lugar. Antes de llegar a donde yo estaba sentada Ayato-kun lo empujo del brazo hacia un lado para que no siguiera avanzando y llegara hasta mí.

— Oye! No debes tocar lo de Ore-sama sin su permiso.—interrumpió Ayato-kun, creo que hasta ahora no había estado tan feliz de verlo, pero, enserio... ¿habla de si mismo en tercera persona?

Ayato-kun, no seas tan duro...

—Cállate, ella es mía.—valla, que pelea mas inútil de donde me excluyen.

soy mi propia persona, por si se te olvida, Rojito.

ustedes tres! Van a llegar tarde.—de repente apareció el cuatro ojos "sádico" (notence las comillas por favor).

Tsk, no tu de nuevo Reiji.

— Y eso que me estaba divirtiendo... que aburrido Ayato

— Tú también necesitas cambiarte.

— Para qué?

— No es obvio?, vas a la escuela.

 Escuela?...—cierto, esa chica iba en el instituto, mierda... otra vez la escuela.

 Si no tienes objeciones es más fácil para mí, pero, mientras vivas en la mansión Sakamaki, deberás adaptarte a nuestro estilo de vida.

—esta bien, pero...  ¿nocturna?...

—si tienes alguna queja, eres bienvenida a salir en cualquier momento.

Pero ustedes me dijeron que si intentaba salir me matarían. Aparte de raros, olvidadizos, ademas, en cuanto pueda recuperar mi Kagune, los matare a todos para comerlos...

Después de darme esa advertencia, los tres chicos desaparecieron del cuarto (no se por donde o como rayos), observe en todas direcciones para inspeccionar el cuarto, amplio, lindo y por lo visto, decorado con un estilo europeo. Este tipo de cosas me parecen algo rebuscadas, pero debo admitir que tiene cierta elegancia. Gire la cabeza y mire una puerta junto a la cama y preguntándome si era el baño, camine hacia ella y la abrí, la cual resulto ser la puerta para salir de la habitación donde afuera se encontraba Ayato-kun.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2018 ⏰

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-El Color De La Sangre-  Tokyo Ghoul x Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora