-El Color De La Sangre- Tokyo Ghoul x Diabolik Lovers

-Prologo-

En un conjunto de edificios que solían ser una universidad, se desataba una lucha entre dos fuerzas, cada una creyendo defender lo correcto para ellos e intentando acabar con la vida del otro.

En una operación para acabar con el Árbol Aogiri, el CCG decidió llevar a sus mejores investigadores para comenzar a desmoronar la organización. Sangre y cadáveres tanto de las palomas como de Ghouls se lograban ver por doquier y aun las luchas mas intensas entre el Búho de un ojo y el investigador Arima se daba, las demás fuerzas luchaban para contrarrestar el ataque de las palomas a su punto de reunión. Ayato-nii estaba en mi equipo, pero nos dispersamos por ordenes de Etto para abarcar mas terreno.

Estando entretenida en ayudar a mis compañeros un grupo de Palomas me acorralaron, sin pensarlo dos veces contraataque hacia ellos, pero había algo extraño, un aroma parecido al mio y a la vez no, así que me detuve y no los ataque, solo me quedaba alrededor obsevandolos.

Eran cuatro de ellos y solo tres palomas eran las que me atacaban y no me quedaba quieta, pero no atacaba, solo utilizaba mi Kagune para esquivar los ataques, si es posible, aun no los quiero matar. Tengo curiosidad por saber que es ese olor que desprenden, es delicioso y familiar.

No era un problema el contenerlos, pero paso algo que no me esperaba para nada, uno de ellos que poseía una cara inmutable saco un kagune koukaku. Mi cara de sorpresa hubiera provocado sus risas de no ser por la mascara que cubría prácticamente todo mi rostro a excepción de un ojo. Una mascara que Uta-san me dio y dijo que la atesorara.

Después de liberar su Kagune comenzaron a discutir entre ellos y yo con mi Rinkaku me adheri al techo.

 — Uri-rie, Sa-san dijo que aun no debíamos liberar nuestro Kagune— dijo una mujer de cabello azul algo bajita.

— Es necesario, Ruin Princess solo nos esta esquivando, conseguiré un nuevo Quinque y que me asciendan si le quito la sonrisa de la cara  — El chico serio comenzó a intentar lastimarme sin tener resultados.

—Así que... ¿Princesa de la Destrucción? me gusta... ¿porque el apodo? — le preguntaba al azabache mientras que me atacaba con su Kukaku y su quinque a la vez.

  — no tengo que darte explicaciones, sabes muy bien que en cualquier lugar que aparezcas nunca vuelve a ser igual.— Es cierto me gusta causar desastres, pero no masacres, es un poco agotador, ademas de mi fuerza física regular, si no mal recuerdo un investigador  me dio la clase S, siendo que los altos rangos del Aogiri son mayor a SS y los demás en rango S o inferior, solo destaco por mi recuperación rápida y generar desastres porque suelo estar oculta y cuando llego a pelear me gusta sacar toda la energía que tengo para quedarme satisfecha, como un frenesí.

Por un momento me descuide, lo admito, subestime sus habilidades, pues en un desliz resbale mi pie y su kagune logro lanzarme hacia la pared lastimándome minimamente al menos.

Con una nube de polvo causada por el impacto contra el concreto deje salir una risa, era emocionante como me daban pelea esos intento de híbrido.

— eso ni siquiera fue un rasguño querido...— fui veloz y esquive a los demás posicionandome justo detrás de el y le atravesare el estomago con mi Rikaku.

La sorpresa domino por un instante su rostro para después pasar a una mueca de ira, se alejo de mi aun con toda la sangre y restos de intestino por el camino, la sangre de el que goteaba por mi kagune olía muy bien, peculiar seria una mejor descripción.

Lo acerque a mi y provee un poco de esta, las demás palomas se reunieron a un lado de el y me observaron con enojo.

 — Para oler tan bien, tu sangre sabe muy común, déjame averiguar a que sabrá la de tus compañeros.— con ello les puedo asustar para que se retiren o podría tener el efecto contrario y hacer que se pongan serios acerca de matarme. Pareció ser lo segundo. Pero por alguna razón se detuvieron antes de empezar y escuche a alguien caminar detrás mio.