En las clases de Biología de Canterlot Hight se encontraba un chico peliblanco sentado en el asiento de la esquina con una expresión facial de aburrimiento. ¿La razón? no había sucedido nada interesante desde el ataque del león y no había rastro de alguna reencarnación de campeón en el tiempo que estuvo en la secundaria.
Hundido en sus pensamientos, el chico peliblanco no se dio cuenta de que sonó la campana, indicando el tiempo de ir a la cafetería. Se quedó pensando hasta que una dulce voz lo interrumpió.
Fluttershy: Emm...¿Te encuentras bien Joaquín?- Dijo moviéndolo delicadamente.
Joaquín: Ah, sí, sí, todo bien- Dijo saliendo de su trance- (¡¿Por qué me hablas en los peores momentos Zed?!)- Pensó regañando a su maestro.
Zed: Lo único que puedo hacer en tu cabeza es molestarte, y por cierto es bastante divertido- Dijo para después soltar unas carcajadas.
Sunset: ¿Te gustaría almorzar con nosotras en la cafetería?
Raimbow Dash: 10 dólares a que dice que no- Le murmuro a la chica campirana.
Applejack: Trato- Le respondió en un murmullo.
Joaquín: No- Dijo con fastidio mientras se levantaba de su asiento.
Y así el peliblanco se fue del salón dejando preocupadas a al grupo de las 5 chicas, mientras que Raimbow Dash gozaba de ganar la apuesta.
Joaquin: (Cuanto tiempo crees que nos tome encontrar a los otros, Zed)- Pensó mientras caminaba hacia la cafetería.
Zed: Hay más de 100 campeones en la liga y no sabemos a quienes envío Aurelion, así que creo que nos tomara un buen tiempo.
Joaquín: (por qué tuve que escoger ese maldito modo de juego)- Pensó con fastidio.
En otro lugar de la ciudad
En el banco de ciudad se encontraban todos los clientes que estaban haciendo préstamos etc. En el suelo, la razón era un atraco por 3 sujetos que llevaban unos pasamontañas para ocultar su rostro. El primero apuntaba a la cajera, el otro se estaba asegurando de que los rehenes no hicieran algo estúpido, y el último que cuidaba la entrada del banco para que nadie más pasara.
Ladrón: ¡Mete rápido el dinero en la bolsa perra!- Grito apuntando a la cabeza a la cajera.
Cajera: ¡Aquí está!- Dijo con una bolsa que estaba llena de billetes.
El ladrón examina las bolsas para comprobar si la cajera le engaño, al comprobar que estaban llenas de billetes se voltea y le habla a su compañero.
Ladrón: ¡Ya tenemos el dinero vayámonos!- Le grito a su compañero que estaba apuntando con su arma a los rehenes.
En cuanto el ladrón da la vuelta la cajera pulsa un botón que estaba bajo la mesa y empieza a sonar una alarma en todo el banco.
Ladrón: ¡Zorra!- Dijo disparándole en el pecho a la cajera.
Ladrón 3: ¡Qué demonios hiciste, dijiste que nadie saldría herido!- Dice el ladrón que cuidaba la entrada.
Ladrón: Ya cállate y vayámonos- Dijo tomando la bolsa rápidamente y saliendo del banco.
Al correr unos metros oyen las sirenas provenientes de los carros de policía que se acercaban al banco.
Ladron 2: Vamos, Vamos- Dijo desesperado entrando a un callejón.
Los demás ladrones le siguen y se refugian en un punto ciego, al cabo de unos minutos se silencian las sirenas y se tranquilizan. Se quitan los pasamontañas revelando sus rostros que eran unos hombres entre unos 40 años de edad.
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Unos salvadores no tan convencionales
De Todo¿Quien dice que solo los heroes pueden salvar el día? Un grupo de jovenes conformado por reencarnaciones de villanos provenientes de Runaterra demostraran esto protegiendo a Canterlot Hight de la amenaza del Vacio que se acerca.