La tensión se palpaba en el aire, era imposible no notarla, todos los alumnos estaban totalmente concentrados en sus preguntas y más de uno ya se encontraba rezando para que las respuestas estuvieran bien y no hubiera cometido algún fallo
El azabache se levantó y dejó su examen sobre la mesa del profesor, este por suerte le dio permiso para estar lo que quedaba de la hora fuera ya que había terminado el examen. Park le agradeció y salió de la clase soltando un gran suspiró
A pesar de que era -prácticamente- el alumno con mejor media de toda la universidad se agobiaba en los exámenes. Mordió su labio inferior y miró la hora apurado, la sonrisa se instaló en sus labios cuando comprobó que aún tenía algo de tiempo para hacer justo lo que quería
Corrió sujetando su maleta que colgaba de uno de sus hombros, todos lo miraban extrañados pero eso a él le daba exactamente igual porque estaba a punto de presenciar algo de lo que tenía demasiadas ganas
Entró con cuidado en la sala de teatros de la universidad,no había nadie allí dentro, exceptuando un piano y un chico pálido que acariciaba las teclas negras y blancas en el centro del escenario
Park estaba desbordando felicidad por cada poro, siempre quiso poder contemplar a su mayor tocar el piano, pero fue difícil porque este solía decir que no era demasiado bueno y que no era nada especial
El menor dejó su maleta en uno de los cómodos asientos del público y subió al escenario despacio para no asustar ni desconcentrar al azabache que seguía en su mundo de notas musicales
En cuanto terminó, Jimin se atrevió a posar sus manitas sobre los hombros contrarios regalándole además al chico un beso en su mejilla desde atrás. Yoon sonrió al girar un poco su rostro y comprobar que se trataba del pequeño con grandes gafas
-Yoongi: Al final has conseguido escucharme, supongo que cuando algo se te mete en la cabeza es imposible sacarlo
Jimin rió asintiendo, esa era la realidad, pero es que en serio había querido con todo su corazón escuchar a Min tocar y no se arrepentía de haberlo pedido tanto, desde luego había sido precioso
-Jimin: Me encantaría que Yoongi hyung tocara en el día de mi boda
Comentó fantasioso sentándose al lado de su mayor en el banco de tercio pelo que estaba frente al piano. El pálido sonrío coqueto pasando su brazo sobre los hombros del pequeño, se acercó al oído de este y una vez ahí susurró
-Yoongi: Bebé no pudo tocar en tu boda si ese día soy el novio y estoy en el altar contigo
La sangre le subió rápidamente hacia las mejillas al pequeño giró su rostro para protestar; en realidad no porque le desagradara la idea, deseaba que fuera así, pero aquello le había avergonzado ¿Cómo su hyung podía hablar de esas cosas tan tranquilamente?
Al girar su rostro para decir algo sobre aquello sus labios chocaron suavemente con los de Yoongi, aún más avergonzado que antes se quedó perplejo en aquella posición, no era la primera vez que se besaban sin embargo no lo hacían para nada a menudo, porque nada entre ellos estaba demasiado claro
Sin embargo esto no era una oportunidad que Yoon desaprovecharía sin duda, apoyó la palma de su mano detrás de Jimin en el mullido tercio pelo y se inclinó un poco hacia él para profundizar mínimamente el beso moviendo sus belfos
Park casi se derrite en el instante aquel, cerró sus ojos y siguió el beso lo mejor que pudo con la poca experiencia que tenía, pero desde luego para su mayor era de los mejores besos que nunca había tenido
