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Jimin sacudió la cabeza, mirando detenidamente a su moreno compañero. Sin querer se mordió el labio al ver los muslos del otro apretarse y la falda que portaba arrugarse levemente.

Sí, él también estaba ansioso.

Ambos miraron hacia el reloj. Sólo un poco más, unos segundos y el timbre sonaría y todos los alumnos se irían de la universidad, NamJoon jadeó, sintiendo la fría mano de Park pasearse por todo su canela muslo, sentía su inquietud en la mano temblorosa pero de fuerte agarre. Giró el rostro y le sonrió al menor con complicidad; la campana sonaba, ellos estaban felices... o, corrección, lo estarían...

NamJoon se levantó del asiento, ondeando su falda como sólo él sabía. Ya nadie estaba rondando los alrededores, ni profesores ni alumnos, ni siquiera el conserje e igualmente, la puerta tenía llave. Jimin río levemente observando como el más alto se acercaba al profesor Min con paso fiero y seguro, sabiendo cuál era su lugar en el mundo. Min miró con felinos y escrutadores ojos a sus dos lindos alumnos; Jimin también se acercaba, muy seguro y elegante, meneando las caderas y haciendo gala de sus gruesas piernas enfundadas en ese apretado pantalón de mezclilla.

Luego posó su mirada en NamJoon, Oh, NamJoon; su adorable niño en falda lila ondeando, siendo suave pero voraz, con piernas morenas depiladas y torneadas, en medias altas blancas hasta la rodilla. Jadeó, se desató la corbata con una mano, siendo lanzado por otra ajena a su silla, mientras un tibio cuerpo se posicionaba en su regazo.

Las manos pálidas del profesor con mirada gatuna se detuvieron en los muslos de NamJoon, dando caricias lentas, disfrutando de la deliciosa sensación de sus piernas.

-Profesor Min...-Le susurró sensualmente y el mencionado sintió una boca en su cuello, volteó ligeramente. Jimin tenía sus dulces belflos contra su nuca. YoonGi gimió ronco, apretando la cintura estrecha de NamJoon.-¡Profesor Min follenos!

-Profesor Min, follenos duro.-Ahora fue Jimin, gruñéndole al oído. YoonGi estaba tan caliente, claro que quería follarlos, era más que obvio, así que resaltando aquéllas ganas, besó rudamente a NamJoon, dejando que Jimin marcara su cuello.

Min introducía su lengua dentro de la boquita del menor, dejando que escurra la saliva entre sus rosados belflos, escuchando y deleitando sus tímpanos con la deliciosa música que eran los gemidos guturales de NamJoon y los de Jimin. Era afortunado, no todos tenían a dos criaturas preciosas dispuestas a que jugaran con sus hermosos cuerpos de ángeles.

Dejó la ahora roja e hinchada boca del moreno, yendo por la de Jimin, haciendo el mismo procedimiento, mientras NamJoon besaba su cuello y desabrochaba su antes pulcra camisa, mordiendo y lamiéndole el cuello; Min abusaba de los abultados labios del más pequeño de la habitación, mordiendo su gordo labio inferior, disfrutando de las succiones contrarias. Oh Dios, moriría de tanto placer.

Mientras, NamJoon empezó a botar, dando saltos justo sobre la protuberancia del pantalón de su maestro, deseando que lo jodiera fuerte esa tarde. Jimin rió, separándose del beso para acomodarse sentado en el escritorio y abrirle las piernas al sexy profesor de literatura inglesa con mirada animal y deseosa.

-¿No tienes problema de que folle a Jimin mientras a ti te dan mis dedos?-Le susurró con lascivia a NamJoon, sonriendo por el delicado rojo que tomó ambos pómulos abultados. El moreno agachó la cabeza y negó, gimiendo en bajo porque aún seguía botando levemente sobre el otro.

-Muy bien bebé, acomódate en el escritorio, justo como Jimin.-Y ahora dirigió sus ojos al menor, el cual ya se encontraba desnudo de cintura para abajo. Los pantalones y boxers se encontraban desparramados por el piso y NamJoon fue rápidamente hasta donde el menor, sentándose a su lado casi cayendo por la ropa tirada, pero logrando su cometido con éxito.

NamJoon abrió las piernas y YoonGi se lo comió con los ojos como poseso desesperado, bragas de encaje rojas y Jimin... Dios mío, Jimin, sin nada encima, con su entrada descubierta en su totalidad.

Con una velocidad casi inhumana, quitó toda su ropa rasgándola en el proceso, se acercó hasta sus hermosos ángeles, metiéndose entre las piernas de Jimin, acariciando con su diestra el muslo moreno y la derecha el blanco.

YoonGi jadeó, NamJoon lloriqueó y Jimin gimió agudo.

-Mis ángeles, son tan hermosos...-Habló con una sonrisa, viendo con cierta admiración el rosado rojizo de el par de cachetes rellenos.-Los voy a follar duro... así que prepárense dulzuras. A la cuenta de tres...

NamJoon suspiró, abriendo más las piernas.-U-uno...

-D-dos...-Pronunció como pudo Jimin.

-¡Tres!

Los menores gimieron con lágrimas de satisfacción viajando por sus aniñados rostros, los labios se abrieron y las cejas se contraían en placer. NamJoon convulsionó por completo cuando de golpe tres dedos entraron en él y Jimin recibió la grande y gorda extensión del mayor en su interior, siéndole imposible no chillar como puta.

-¡Oh profesor Min!

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Estoy orgullosa de lo que hice xd.

Dedicado a @gaycolor porque es el pelotudo de mi corazón :') y @sugaxlove porque es genial coño, lloro grasa, bai.

|| 🌼¡Profesor Min!🌼||YoonNamMinWhere stories live. Discover now