𝕯𝖆𝖉𝖉𝖞 𝕴𝖘𝖘𝖚𝖊𝖘-𝓕𝓲𝓷𝓷 𝓦𝓸𝓵𝓯𝓱𝓪𝓻𝓭

029/ Beliver

Narra Finn:

Las luces se apagaron, mis pupilas contraídas volvieron a dilatarse, mis compañeros fueron a sus camerinos, mientras el director revisaba las escenas.

En ese momento mi peor pesadilla regreso, después de tanto tiempo, estaba de vuelta.

Corrí a mi camerino, las manos me temblaban como nunca, mi respiración se volvía cada vez más agitada como si hubiera corrido un maratón, mi pecho ardía como el infierno, el equilibrio ya no formaba parte de mi, así que me arrincone en la esquina del camerino con una enorme incómodidad por todo mi ser, mi desesperación está invadiendo mis venas como un veneno, baje la cabeza y cubrí mis ojos con las manos, por que sabía que era la única forma que mis manos no hicieran una estupidez, ¿Por que no puedo mantener el control?.

Esa era la verdad, era lo enfermó aue sentía no poder controlar a tu propio cuerpo, como algo tan tonto se convierte en algo tan devastador, estoy en una jaula.

Tengo miedo de todo, tengo miedo incluso de respirar, de caminar por las calles, me siento inseguro, incluso hay veces que sólo quiero estar solo y no salir jamás, tengo tanto miedo, como si escondiera un cadáver bajo mi cama. Las noches eran tormentosas, pues mi insomnio no ayudaba en nada, jamás quise dedicarme, trate de hacerlo todo de manera autónoma, pero incluso las mañanas eran peor pues sabía que era otro día de la misma mierda,¡Maldita ansiedad!

Salí corriendo del lugar con mis pertenencias, corrí hasta los sets vcios de grabación y grite.

Grite hasta mis pulmones estuvieran totalmente escasos, sabía que esto no era una cura, pero al menos era una anestesia en estos momentos.

Sali por completo del set y corri, corrí hasta las calles más solitarias de LA. Mire a mi al rededor sintiéndome tan frágil.

Intente llamar a Beatrix innumerables veces, pero jamás me contestó, eso solo logro que mis niveles de ansiedad aumentarán aún más.

Ahora sentía como si me estuvieran asfixiando, había desgastado demasiado mis niveles de morfina que estaba vacío, estaba perdiendo el control, sentía un enorme nudo en mi estómago.

Seguí avanzando moribundo por las calles, era como salir de un manicomio para entrar a un panteón.

Choque con alguien que detuvo mi paso.

-Finn,¿Estas bien?- dijo la rubia con demasiada preocupación en sus ojos. -¿Estas bien?- dijo aún más desesperada agitando un poco mi rostro.

Estaba tan escaso de oxígeno que no tenía ni siquiera la fuerza de soltar una palabra.

-Ven- dijo tratando de soportar un poco mi peso.

Nos dirigimos hacia un pequeño establecimiento donde compro una botella de agua, salimos para que pudiera respirar, tome un poco de agua cosa que fue estúpido por que comencé a toserla, ¿Por que no puedo controlarlo?.

Estuvimos sentados al menos unos 40 minutos, ella trataba de calmarme acariciando mi espalda y tomando fuertemente mi mano, mientras me daba frases de aliento.

-¿Estas un poco mejor?¿Por que no llamaste a tus padres?, Sabes que esto te consume Finn. La próxima vez si no quieres preocupar a tus padres, llama a Beatrix ella puede ayudarte, o nosotros, tus amigos.

-Gracias Iris, no dudare en llamarlos, pero por ahora tengo que irme. 

Me levante ahora más reconfortado que nunca, se que soñé bastante grosero con ella, después de cómo ella me ayudó, pero se que no podría ayudarme tanto como Beatrix y sólo lograría que rompiera en llanto si la veía a los ojos.

Fue como si me hubieran disparado, después de cada ataque de ansiedad soy un fiel creyente de que esto se solucionará. Como si me hiciera un poco más fuerte, se que no será el último ataque de ansiedad, pero estoy seguro que haré todo para que está vez pueda ganarle a la ansiedad de manera permanente.

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